La segunda ola de COVID-19 azota fuerte a nuestro país. Hace algunas semanas se conocieron nuevas restricciones para controlar los casos de coronavirus. En San Nicolás, el aforo al 30% en bares y restaurantes hace dudar al gremio que los nuclea, UTHGRA, por posibles pérdidas de los puestos laborales o quiebres de las empresas gastronómicas debido a la imposibilidad de trabajar con normalidad.
De la Redacción de EL NORTE
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La pandemia causó una debacle económica muy difícil de poder sobrellevar. Nuestro país está atravesando la segunda ola de COVID-19 y las restricciones no aflojan para la mayoría de los lugares que se encuentran con dificultades sanitarias. Nuestra ciudad está en fase 3, donde aún los horarios de circulación son más extensos que en el AMBA, pero afecta al normal funcionamiento del rubro gastronómico.
EL NORTE dialogó con Sabrina Díaz, la secretaria general de UTHGRA (Unión de Trabajadores del Turismo, Hoteleros y Gastronómicos de la República Argentina) para conocer de qué manera están viviendo la actual situación los bares y restaurantes de San Nicolás.
“Estamos viviendo esto con mucha incertidumbre, con temor a nuevos despidos, hablamos con muchos de los dueños de los locales gastronómicos y todos estamos de la misma manera todos los días viendo qué nuevas normativas se aplican desde el Gobierno nacional”, manifestó Díaz a este medio.
Recordemos que el año pasado hubo muchos inconvenientes con un restaurante en concreto de nuestra ciudad, sumado a la caída en los sueldos de los empleados por no poder abrir sus puertas al público. En ese entonces, los ATP (Programa de Asistencia de Emergencia al Trabajo y la Producción) ayudaban a paliar dicha situación; sin embargo, para esta segunda ola no se vislumbra la misma posibilidad.
“Ahora están los Repro 2 (Programa de Recuperación Productiva 2), que es un programa similar con más requisitos, lo que hace que no todos puedan obtenerlo”, cuenta la secretaria general de UTHGRA. De hecho, hubo varios imprevistos con los ATP en nuestra ciudad, ya desde el gremio nos habían manifestado lo difícil que había resultado acceder a ellos.
Según consta en la página web de la República Argentina, “el Programa de Recuperación Productiva 2 fue creado como herramienta para sostener el empleo en sectores con dificultades económicas. El beneficio consiste en asignar una suma de dinero individual y fija que se pagará a los trabajadores y las trabajadoras, a cuenta del pago de las remuneraciones a cargo de los empleadores y las empleadoras adheridos al programa. Es un trámite gratuito que no requiere de intermediarios ni gestores”.
El meollo de la cuestión radica en que si bien es una ayuda significativa, no es lo mismo que un sueldo. Esto ha afectado a algunos empleados el año pasado. Un empleado había manifestado en 2020 que “la ayuda del ATP me vino bien, pero me cuesta llegar tranquilo a fin de mes, no se acerca para nada al sueldo que me daban cuando trabajaba”. Esto en un marco de cierre total que teníamos debido a la pandemia.
Hoy estamos más flexibles, a pesar de los contagios, debido a que la economía debe seguir funcionando para evitar otras calamidades. Cuidarse es crucial, pero también llevar el pan a la mesa. “Tengo mucha fe en que las vacunas van a llegar a todos y que vamos a poder mantenernos en esta fase, que aún permite el trabajo”, esbozó Sabrina Díaz.
Las restricciones
Entre las medidas adoptadas para los distritos en fase 3 del aislamiento, se decidió por dejar trabajar a los bares y restaurantes, pero solamente hasta un 30% de aforo en el interior de los lugares. Otra de las cuestiones se enmarca en el horario de cierre, ya que a partir de la medianoche ya no se permite la circulación.
“Las restricciones en cuanto a los horarios del cierre de los locales influyen notablemente en el buen funcionamiento del local. Esperemos seguir así y no volver al cierre total de los locales como lo vivimos el año pasado”, agregó Díaz al respecto.
El dueño de un restaurante, consultado por este medio, confió que “al igual que muchos estamos preocupados. No te das una idea de lo difícil que es que una persona pida para llevar en un restaurante, nos condiciona mucho el horario”.
Y agregó de inmediato: “Ni hablar de la cantidad de personas que se permiten dentro de los espacios. Ya tener que abrir te genera un gasto más que una ganancia. Igualmente, por ahora estamos llevándolo, me preocupa que esto empeore y tener que cerrar o despedir gente”.
La incertidumbre juega un papel muy importante, debemos aguardar el día a día teniendo en cuenta que este virus es muy dinámico. Mientras podamos respetar las medidas, la situación será controlada y se podrá seguir trabajando.
