En febrero de este año, Uruguay, Argentina, Paraguay y Chile presentaron una candidatura conjunta para acoger el Mundial de 2030.
El presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou, ve como real la posibilidad de que su país se convierta en por lo menos una de las sedes del máximo torneo de fútbol en el mundial 2030.
“¿Cuál es el único motivo por el cual hoy Uruguay podría ser organizador o coorganizador del Mundial? Porque se cumplen 100 años del primero. No es que el bondi [autobús] va a pasar 20 veces por acá, el bondi va a pasar esta vez”, argumentó en una entrevista concedida a la edición de marzo de la revista del colegio The British Schools, donde estudió en la adolescencia.
Estimando las probabilidades, la “hipótesis de máxima” para Uruguay, que ya tiene las infraestructuras necesarias y un Estadio Centenario renovado para la Copa Libertadores, sería albergar “el partido inicial, una serie y la final”, señaló Lacalle Pou, citado por El Observador. Mientras que la “hipótesis media” combinaría la “inauguración y la final o una serie y la final”, agregó.
“Hasta ahí me animo a decir que es un sueño posible. El presidente de la Conmebol está totalmente jugado. Hay buena vinculación con la UEFA”, razonó el mandatario uruguayo. “Me parece una oportunidad divina, sería un sueño”, expresó.
Para Lacalle Pou, la participación de Uruguay “está marcada por dos cosas”. “Primero, porque el escenario más visible o notorio es el Estadio Centenario, por más que otros estadios de la vuelta sean mejores. Es el ícono del Mundial 2030. ¿Hasta dónde llegás? Y bueno, hay que ver cuánta plata invertís. Sobran los países que han invertido mucha plata en mundiales o en olimpíadas y no tienen un retorno, o el retorno es infinitamente menor de la inversión”.
El cumplimiento del sueño uruguayo depende en gran medida de la negociación con España y Portugal. Otro ‘combinado’ que aspira a quedarse con la organización del Mundial de 2030. Pero Lacalle Pou insiste en que la carga simbólica de ese campeonato sería mucho más grande para su país. Mientras que para las naciones europeas “sería lo mismo” pujar por la siguiente edición, de 2034.