Ayer martes los instructores judiciales hicieron un relevamiento de la instalación eléctrica en las celdas de separación del área de convivencia de la UP3. Los cuatro calabozos conocidos como “buzones” habían sido clausurados por la justicia durante la investigación por la muerte por electrocución de un interno ocurrida en mayo pasado.
De la redacción de EL NORTE
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De manera extraoficial trascendió que durante la mañana de ayer martes funcionarios judiciales hicieron un relevamiento en la Unidad Penitenciaria Nº 3. Recorrieron una a una las cuatro celdas de “Separación del área de convivencia” para constatar especialmente las condiciones de la instalación eléctrica. Esos calabozos, conocidos en la jerga como “buzones” fueron clausurados en mayo pasado luego de que la autopsia practicada a un interno fallecido el 30 de abril revelara que había muerto como consecuencia de una descarga eléctrica.
Miguel Ángel Juárez Duarte de 43 años falleció en la penitenciaría local donde se encontraba preso desde el 6 de mayo de 2020. El hombre fue hallado muerto en su celda, el domingo 30 de abril de este año cuando se encontraba solo, víctima de una descarga eléctrica cuando arreglaba una “zapatilla”. El hecho de que no saltara la llave térmica que corta automáticamente el suministro de energía cuando surge algún problema hizo suponer en un primer momento que otra circunstancia podría haber motivado el deceso, y que éste pudo deberse a otras causas, incluso naturales. La operación de autopsia realizada al día siguiente de la muerte de Juárez indicaba que el hombre había fallecido por electrocución. La UFI Nº 3 a cargo del fiscal Julio Tanús continuó la investigación para establecer todas las circunstancias que rodearon al hecho.
La víctima se encontraba en prisión desde mayo de 2020 acusado de ser el autor material de la muerte de Matías Fringes descubierta el 29 de abril de ese mismo año tras permanecer desaparecido varios días, el hecho se habría motivado en un presunto “ajuste de cuentas”. Juárez había sido detenido en una casona de dos plantas en la Ruta 9 a la altura del km 229.
La muerte de Fringes
Matías Fringes, domiciliado en barrio Virgen de Luján, había sido visto por última vez el jueves 22 de abril de 2020 momento en que comenzó una búsqueda que concluyó con el hallazgo de su cuerpo el miércoles 29 por la tarde en su automóvil marca Chevrolet modelo Corsa de color blanco sobre un camino de tierra y debajo de una arboleda a unos 200 metros del kilómetro 223 de la ruta 9. Tenía un golpe fatal en la cabeza y un disparo post mortem en el tórax. La víctima tenía 37 años. Fuentes de la investigación informaron que el cadáver estaba recostado en el asiento trasero del vehículo y que por el estado del cuerpo se suponía que había sido ultimado el mismo día de su desaparición. En el auto hallaron una importante suma de dinero en efectivo, cercana a los 100.000 pesos, dos celulares y una balanza de precisión, lo que llevó a descartar la hipótesis de un robo y se presumió entonces que se había tratado de un “ajuste de cuentas” vinculado a la venta de drogas. Por el hecho detuvieron días después a Miguel Ángel Juárez Duarte acusado de “Privación ilegal de la libertad en curso real con homicidio” quien permaneció detenido hasta su deceso ocurrido el pasado 30 de abril.
