Familiares de personas detenidas afirman que funcionarios del establecimiento penitenciario local comisionan a internos de diferentes pabellones a vender visitas higiénicas no autorizadas por reglamento. Los encuentros se producirían en carpas armadas para la ocasión.
De la redacción de EL NORTE
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Por cuestiones sanitarias producto de la pandemia de Covid y por la aparición de casos de Fiebre Hemorrágica Argentina, las llamadas «visitas higiénicas» se hallan suspendidas en la Unidad Penal Nº 3. Este tipo de encuentros especiales son íntimos, y a ellos pueden acceder los internos con sus esposas o concubinas.
En períodos normales se destinan cuatro habitaciones y cada encuentro tiene una duración de tres horas, así que por día unos doce internos reciben a sus parejas y se respeta un cronograma previamente establecido.
Para conseguir la autorización, los familiares de los internos, deben presentar distintas documentaciones, como por ejemplo, certificado de concubinato o libreta de matrimonio si están casados, análisis médicos y tienen que tener buena conducta.
Desde que comenzó la pandemia no se volvieron a autorizar de manera legal estos encuentros íntimos que se encuentran dentro de los derechos y garantías que cada condenado tiene conforme a las Convenciones Internacionales sobre Derechos Humanos a las que adhiere nuestro país.
Entre la información extraoficial recabada por la Redacción de Diario EL NORTE, estaría el conocimiento de que ingresó hace unos días a la Fiscalía en turno de esta ciudad una denuncia, efectuada por la concubina de un interno que fue trasladado al Penal Nº 13 de Junín, que daría cuenta de que les ofrecían permitirles estos encuentros íntimos restringidos a cambio de distintas dádivas. La información acerca de estos graves hechos se suma a otras surgidas desde el mismo Penal.
Mecanismo
Esa temporaria prohibición habría sido aprovechada por algunos funcionarios para obtener beneficios en un presunto accionar de grave corrupción. Los internos de “mayor ascendencia” (los más antiguos dentro del Penal) serían los autorizados por los funcionarios a cargo, para oficiar de intermediarios y el negocio ilícito abarcaría desde conseguir un encuentro con sus respectivas parejas dentro de las carpas armadas al efecto, hasta el intercambio de hermanas o concubinas a cambio de alguna ventaja en dinero, regalos o algún otro beneficio o privilegio.
Los encuentros se realizarían en carpas armadas en los sitios destinados a las visitas de familiares comunes de los internos, lugares llamados “locutorios” que serían algo así como salones de usos múltiples.
La unidad carcelaria está dividida en dos grandes sectores. El primero de ellos corresponde a la guardia exterior y a los puestos de vigilancia del personal del Servicio Penitenciario Bonaerense durante las 24 horas. El otro sector corresponde a la Penitenciaria propiamente dicha, donde se alojan los internos y es donde se ubican los locutorios de visitas. Del lado derecho se encuentra la denominada “pecera” que es donde también los internos pertenecientes al Pabellón Nº 4 (que sería el sitio reservado para los presos VIP) recibirían visitas especiales a cambio de algún beneficio.
De comprobarse los hechos manifestados, estaríamos ante un grave caso de corrupción que involucraría a los funcionarios a cargo de esas áreas dentro de la Unidad Penal Nº 3 de nuestra ciudad.