Se estima que la producción cayó de 57 millones a 50,5 millones de toneladas, debido a la presencia de spiroplasma en el cultivo en todo el país. “Se ven daños por ‘la chicharrita’ en lotes de maíces de segunda. Es muy difícil evaluar pérdidas hasta que entre la cosechadora, pero el daño está”, indicaron a EL NORTE productores locales.
De la Redacción de EL NORTE
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La “chicharrita de maíz” ha sido identificada como portadora de la bacteria Spiroplasma kunkelii, responsable de una enfermedad que ha afectado históricamente a los cultivos en el norte del país. Sin embargo, en las últimas semanas, su propagación se ha intensificado, generando preocupación en el sector agrícola. Los campos de San Nicolás y la zona también se ven afectados por esta plaga. Es probable que su expansión no se detenga en función del calentamiento global.
La estimación de producción de maíz en el país cayó de 57 millones a 50,5 millones de toneladas, debido a la presencia de spiroplasma en el cultivo en todo el país. Así lo marcaron técnicos de la Bolsa de Comercio de Rosario. La Bolsa de Cereales de Buenos Aires evalúa, incluso, un millón menos. Se trata de la plaga que se extendió desde el norte hacia la zona central de Argentina y ya provocó pérdidas en la cosecha del cereal. El insecto Dalbulus maidis que, entre otros virus y bacterias, es vector de Spiroplasma kunkelii, causante del achaparramiento del maíz, una enfermedad capaz de reducir hasta 100% el rinde del cultivo.
“El daño está”
Es la primera vez desde que se hacen estimaciones que se ve un daño tan importante por un factor no climático. De hecho, hace un año se recortaban de un mes para otros 3 millones de toneladas, por la ola de calor de marzo del año pasado. Y no es factible evaluar hasta cuánto puede terminar restándole al ciclo maicero 2023/2024.
El fenómeno sigue expandiéndose y evolucionando; y que exhibe fuertes síntomas en áreas lejanas de las zonas endémicas: el caso del centro del país. Esta enfermedad puso a la producción de maíz en jaque, ya que la Argentina pasó a sembrar en forma tardía el 65% del área total cultivada debido a los problemas de falta de agua.
Consultados por EL NORTE, productores locales analizaron: “Se ven daños por la chicharrita en lotes de maíces de segunda, sobre todo los que se sembraron más tarde. Es muy difícil evaluar pérdidas hasta que entre la cosechadora. Habría que hacer un análisis lote por lote, no es como la sequía que afecta a todos por igual. Hay híbridos que son más tolerantes, o varía por el momento en el que se sembró. Es difícil en este momento hablar del porcentaje de pérdida, pero el daño está. Tal vez no es tan grande como en el norte del país, pero la plaga está presente y tiene sus efectos. Es probable que no todos los productores sean conscientes de esto”.
En Santa Fe
Ante el avance de la chicharrita en el maíz, en Santa Fe analizan un plan de acción. El Gobierno provincial se reunió con la Comisión Provincial de Emergencia Agropecuaria.
Hace un mes se alertaba de la enfermedad; pero el alto nivel poblacional del vector -la chicharrita- resulta inédito, incluso en provincias en donde la plaga lleva años instalada. El nivel de evolución que se observa semana a semana en los cultivos desconcierta.
Chaco es probablemente la provincia más afectada. Hasta hace un mes allí se esperaban buenos resultados. Es un escenario provincial sumamente crítico, donde se están estimando algo más de 100.000 hectáreas perdidas y un rinde de promedio 33 qq/ha.
Evolución
Según la Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa (Aapresid), la enfermedad fue vista por primera vez en Argentina en la década de los 90 en el NOA y luego fue extendiéndose al NEA hasta llegar al centro del país. Pero siempre había sido considerada una enfermedad secundaria. Solo en el ciclo 2006/2007 hizo un daño considerable, hasta que a partir de 2018/2019 y 2019/2020 ganó relevancia especialmente en el centro del Chaco, causando pérdidas significativas.