Una joven venezolana que vivía en Neuquén se mudó a Estados Unidos y a los cinco días la encontraron muerta en una casa deshabitada.
La muerte de María Esperanza Díaz, de 26 años, fue confirmada por la prensa neuquina, que relató que la joven se había instalado en la ciudad de Charlotte, Carolina del Norte, en busca de nuevas oportunidades.
El pasado domingo, la Policía local la encontró sin vida en una vivienda deshabitada, y si bien primeramente su muerte fue atribuida a una posible sobredosis, sus conocidos dijeron que es imposible que haya consumido sustancias por decisión propia.
En tanto, Alejandro Díaz, hermano de María Esperanza, habló desde Venezuela con medios estadounidenses y dijo que sus conocidos tienen muchas dudas sobre la muerte.
“Queremos justicia y que den con la verdad de lo que sucedió, y pedimos la repatriación del cuerpo”, dijo el hermano.
En tanto, los vecinos de la casa en la que se encontró el cuerpo informaron a Telemundo que la casa había estado desocupada por un largo período de tiempo, aunque habían notado movimiento de varias personas en la última semana y el portón abierto.
María Esperanza era contadora, trabajaba de manera remota en una empresa de comunicaciones, y vivió en Neuquén durante tres años hasta que se mudó a Estados Unidos.