“Nuestra entidad, de inspiración belgraniana, tomó cuerpo como ente rector de la actividad profesional en la Provincia de Buenos Aires. Nuestro prócer fue quien en sus escritos propagó las ideas europeizantes de aquella época y propuso un sinnúmero de iniciativas que buscaban consolidar el bienestar comunitario, a partir de la idea del comercio y el desarrollo social”, sostiene el autor.
Por Oscar Azara*
Los caprichos del calendario nos ponen nuevamente en fecha de celebración. Nuestra institución, Consejo Profesional de Ciencias Económicas de la Provincia de Buenos Aires, celebra hoy un año más de vida. Y ello de por sí es una motivo de celebración.
Fue un 15 de junio de 1948 que nuestra entidad matricular tomó cuerpo, y ese día fue elegido por haberse celebrado la primera Ley Reglamentaria de la Profesión, y que en el año 1950 se promulgara, instituyéndose la fecha especial.
Nuestra entidad, de inspiración belgraniana, tomó cuerpo como ente rector de la actividad profesional en la Provincia de Buenos Aires. Nuestro prócer fue quien en sus escritos propagó las ideas europeizantes de aquella época y propuso un sinnúmero de iniciativas que buscaban consolidar el bienestar comunitario, a partir de la idea del comercio y el desarrollo social. Es en tal momento histórico en que la actividad contable-fiscal, en principio, comenzó su desarrollo. Necesidades de control y transparencia, fundamentalmente en los negocios públicos, constituyó el punto de partida para el desarrollo profesional, y también el debido complemento de la actividad privada, que tampoco estaba ajena a esa condición, dado que la inspiración libertaria es quien le daría vida al Estado-Nación, con la misión de acercar recursos, sin los cuales no podría prosperar. Mucho tiempo pasó, hasta que los profesionales que nos precedieron en el desempeño de esta encomiable labor comenzaron a vislumbrar la necesidad de cohesionar la actividad y procurar el mejoramiento y jerarquización.
Era más que necesario
Herederos de esa tradición, es que nuestra provincia encaró la organización de la profesión, como hemos comentado arriba. Era urgente normatizar y evitar que la profesión caminara por senderos dispersos. Se fortaleció así la idea de la creación de un instituto rector de la profesión que garantizara, con valores republicanos y federales, el compromiso social de nuestros profesionales que, por vocación de servicio, con responsabilidad, ética, participación y técnica aprendida en los claustros universitarios, pudieran desenvolverse.
Por las razones sintetizadas, es que queremos saludar a nuestros colegas y contarle a la comunidad que nuestra institución es garantía de desenvolvimiento de sus matriculados, y que en este día habremos de celebrar especialmente con aquellos colegas que cumplen sus primeros 25 años de desarrollo profesional junto a otros, que llegan en plenitud, a sus 50 años de labor ininterrumpida, así como reconocer a otros que han decidido pasar a la pasividad, porque bien ganado tienen su descanso.
*Presidente de la Delegación San Nicolás del Consejo Profesional de Ciencias Económicas.