Los impuestos representan un 60% de lo que se paga en las concesionarias. De ahí que en Chile, Brasil o México un vehículo llegue a costar hasta la mitad de lo que vale en Argentina.
El acrónimo RIGI, que significa Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones, es un beneficio impositivo extraordinario que, si aplicara a la compra de un automóvil, le haría bajar el precio un 60%.
Según datos recopilados por Adefa, la asociación de terminales automotrices, la carga impositiva de un vehículo hecho en la Argentina se ubica hoy en el 58,09%, entre la etapa productiva y la comercialización.
En el caso de los vehículos comerciales como pick ups y utilitarios, la carga fiscal es del 47,59% (pagan 10,5% de IVA y no 21%).
Si al 58,09% de carga se le añade el impuesto al lujo, ese auto pasa a soportar una presión del 79,9% si cae en la primera categoría del tributo del 20%, y del 104,4% si ingresa dentro del segundo tramo del 35%. En otros términos: si un 0km vale $100, hay que agregarle $79,9 de precio al público por la carga impositiva total en caso de pagar la primera escala del impuesto al lujo, y $104,4 en la segunda categoría.
No extraña, en consecuencia, que más allá de las paridades cambiarias de cada momento, la cotización final de un 0 Km de los de menor rango de precios esté en el orden de los 17 mi dólares, cuando en Brasil el modelo más económico ronda los 14.500 dólares, en Chile 8.700 (la mitad) y en México 13.500 dólares.
Tampoco que una camioneta fabricada en Argentina sea comprada en Chile, por ejemplo, más barata que en el propio país de origen.
Al incrementarse en los últimos años la presión impositiva que impacta en los precios de los autos, y sumarse el impuesto PAIS que afecta a las importaciones, tales tributos, que se superponen durante el momento de la producción (ingresos brutos, tasas municipales, impuesto a los débitos y créditos), representan un 11,6% del costo de fabricación de un sedán mediano.
En comparación, en Brasil esos impuestos tienen un peso del 7% y en México, del 0%, según Adefa.
Devaluación e impuesto país
Después de la devaluación de diciembre y del incremento de la tasa del impuesto país, los precios de los autos subieron 196,1% entre enero de este año y el mismo mes de 2023, por debajo del nivel general de precios del Indec en el mismo período (254,2% para el IPC total a nivel nacional), apunta la cámara empresaria.
“En promedio, nuestros modelos pagan 60% de impuestos”, recordó a MDZ la CEO de BMW, Ivana Dip.
Aunque el cepo sigue vigente, los importadores aprovechan que las condiciones de pago se hayan bajado de 180 a 90 días para ingresar más modelos al mercado argentino, aun cuando el impuesto interno representa un factor de mucho peso en el precio del vehículo puesto en la calle.
Hoy, en la primera franja, es de 25% y en la segunda de 54%, porcentajes que se pusieron con una brecha cambiaria del 100%.
Las listas de precios de las terminales se caracterizan por la proliferación de modelos en la frontera de la primera escala,a fn de evitar que pasen a pagar un 79,9% de impuestos en vez del 58%.
El impuesto país, que el gobierno actual aumentó al comienzo y lo bajó en agosto, demuestra cómo maniobra el lápiz empresario en respuesta a la política fiscal.
Un relevamiento efectuado por el medio especializado Motor1 tomando 200 modelos muestra que Chevrolet aumentó sus precios en pesos en un promedio del 1.6% a pesar de la baja del impuesto; Peugeot y VW mantuvieron los valores y el resto de las terminales presentaron reducciones, corriente en la que Toyota se destacó, con un promedio del 4%.
Chevrolet en la vanguardia de los aumentos
En la variación de precios de vehículos de producción nacional (agrupados por marca): nuevamente Chevrolet aparece como la empresa que más incrementó los precios, con un promedio del 2% (efecto Tracker).
En sentido contrario, Renault es la que más los redujo, con un promedio del 8.9%.
Una salvedad que hacen los autores del estudio se refiere al mecanismo de pago del impuesto, que se anticipa en el 95% del tributo), con lo cual “es muy probable que todos los vehículos exhibidos hoy en los concesionarios hayan sido nacionalizados pagando un impuesto equivalente al 16.62% de su valor (el anticipo del 95% sobre la alícuota del 17.5%)”.
Y cuando los importadores deban acceder al mercado de cambios para pagarlos, las entidades bancarias le liquidarán el impuesto considerando la alícuota actualmente vigente (7.5%), lo que les generará la acumulación de importantes créditos fiscales e inmovilización de fondos por el anticipo pagado en exceso.
Estas filigranas de las normativas superpuestas afilan los lápices de los costeadores y el número resultante calcula el plus en los precios. Todo suma.