Entre mujeres menores de 50 años y hombres menores de 65, padecer obesidad durante un periodo de 10 años se asoció a un aumento de 25-60 % en el riesgo de infarto e ictus.
El riesgo de infarto e ictus aumenta en personas que mantengan condición de obesidad durante una década o más, según un estudio presentado el sábado en ENDO 2024, la reunión anual de la Sociedad Endocrina en Boston, Massachusetts, EE.UU.
Y lo que es más importante, las personas menores de 50 años que estén en esa condición corren aún mayor peligro. Esa fue la conclusión a la que llegó un equipo de científicos de la Escuela de Medicina Harvard.
“Está bien establecido que las personas con exceso de peso tienen, en cualquier momento, un mayor riesgo de sufrir infartos de miocardio y accidentes cerebrovasculares. Lo que no se sabía era si importaba el tiempo que alguien ha estado expuesto al exceso de peso”, afirmó Alexander Turchin, profesor asociado del referido centro docente.
Turchin y su equipo se centraron específicamente en pacientes que tuvieron un índice de masa corporal (IMC) superior a 25 kg/m2 al menos una vez durante un periodo de 10 años (1990-1999), para comprender cómo influía su peso en el riesgo de sufrir un infarto de miocardio o un ictus durante las dos décadas siguientes (2000-2020).
Los investigadores analizaron los datos de 109.259 mujeres y 27.239 hombres que en 1990 tenían una edad media de 48,6 años y un IMC de 27,2 kg/m2. De ellos, 6.862 padecían enfermedad cardiovascular aterosclerótica, 3.587 sufrían diabetes de tipo 2 y 65.101 tenían antecedentes de tabaquismo. En el seguimiento de 2020, los datos revelaron 12.048 eventos cardiovasculares.
“Descubrimos que entre las mujeres menores de 50 años y los hombres menores de 65, padecer obesidad durante un periodo de 10 años se asociaba a un aumento de 25-60 % en el riesgo de infarto de miocardio y accidente cerebrovascular”, señaló Turchin. Sin embargo, la obesidad en edades mayores no se asoció a esta amenaza, según el estudio. “La obesidad en un determinado momento dado no ‘sella’ el destino de una persona”, tranquilizó el científico. “Si la obesidad se trata a tiempo, pueden prevenirse sus complicaciones”, concluyó.