Dos hermanos nicoleños de larga trayectoria en la producción vitivinícola local, decidieron ampliar su frontera de trabajo incluyendo la destilación de whisky. Si bien el proyecto surgió a principios del 2020 en plena pandemia, finalmente hacia mediados del año pasado lograron concretarlo.
De la redacción de EL NORTE
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Hace más de veinte años, Sebastián y Diego Cámpora se dedican a la elaboración artesanal de vinos. Para llevar adelante su trabajo, cuentan con una bodega ubicada sobre el kilómetro 3,5 de la Ruta Nacional 188, donde poseen una pequeña viña de malbec sobre el pie americano, y un galpón totalmente preparado para vinificar. De hecho, actualmente detentan barricas de 24 meses de gestación, y su idea es embotellarlas a mediados de este mes.
Sin embargo, hacia principios del 2020 previamente a que la pandemia de Covid-19 irrumpiera en el contexto mundial, surgió el proyecto de incorporar a sus labores la destilación de whisky. Ante la extensión de la emergencia sanitaria, se debió postergar y fue recién el año pasado cuando el plan finalmente se concretó tras reunir todo lo necesario. “En mi caso, tenía la experiencia de la destilación en el colegio secundario. Pero mi hermano Sebastián, es un constate investigador de todo este mundo del vino y los destilados”, reveló Diego Cámpora en diálogo con EL NORTE.
Insumos y destilación
El maíz constituye el insumo básico para la producción de la bebida alcohólica, ya que “es el responsable del perfil del whisky”. Según reza la ley nacional, este tipo de whisky debe ser elaborado a base de maíz por lo menos en una concentración superior al 51 %, y generalmente al 70 %, aunque algunas destilerías llegan a utilizar un 80-85 % de maíz en la mezcla. Otros ingredientes añadidos son típicamente trigo, centeno o cebada malteada. Asimismo, Cámpora agregó que el agua también es sumamente importante para la calidad del producto final, y en su caso la extraen directamente de una perforación.
En cuanto al proceso de destilación, explicó que el mismo se inicia con la maceración del cereal, comúnmente llamado ‘mash’ en inglés. Posteriormente se colocan las levaduras para la fermentación, que tarda entre cinco y diez días. Dicha fermentación se destila en dos ocasiones, para finalmente colocarlo en pequeñas barricas.
Aquellos interesados pueden encontrarlos en Instagram como @camporawines y en Facebook como Campora Wines.
Distinguidos
“En el 2017 conseguimos nuestro primer premio de vinos en el concurso internacional Vinus IWSC. Y en el año 2021 logramos la inscripción ante el INV (Instituto Nacional de Vitivinicultura), tanto del viñedo como de la bodega artesanal”, comentó el productor local.
La International Wine and Spirit Competition (IWSC) fue establecida en 1969 por Anton Massel, un químico especializado en vino. El Club Oenologique, como se llamó inicialmente, fue creado para premiar la excelencia en la producción de vino.
Los hermanos llevan adelante la comercialización de sus productos finales a través de las redes sociales, y destacan la importancia que adquieren las recomendaciones del boca a boca de aquellas personas que degustaron sus vinos y whiskies. Al ser una pequeña vinificación de la ciudad, la venta es más bien personalizada. “Las perspectivas son favorables, ya que actualmente el público en general entiende que un producto artesanal puede ser de muy buena calidad. Puntualmente en el caso del whisky, han aparecido etiquetas de pequeñas destilerías con excelentes resultados finales”, destacó Diego Cámpora.
A modo de cierre, Diego comentó que “hoy por hoy, el enfoque de la bodega está colocado en la obtención de resultados y la trazabilidad de sus productos. Por el momento, la cuestión comercial constituye un capítulo aparte”. Aquellos interesados pueden encontrarlos en Instagram como @camporawines y en Facebook como Campora Wines.