Esta semana se desarrolló el importante juicio oral, a cargo del Tribunal en lo Criminal nº 1, por el femicidio de la joven nicoleña Ángela Leonela Barrios. El jurado popular dio veredicto condenatorio a Fabián y Jonathan Andino tras tres días de abundantes pruebas.
Carolina Mitriani
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Un importante abanico de peritajes fue expuesto en las declaraciones del juicio que se desarrolló desde el lunes hasta el miércoles de esta semana, frente al juez Dr. Cristian Ramos (Tribunal en lo Criminal nº1), las partes, el jurado popular y familiares de Ángela Leonela Barrios.
En tres audiencias maratónicas se presentó el plexo probatorio, con voces en el recinto y a través de videollamadas, con importantes profesionales que desempeñaron funciones para esclarecer el femicidio de la joven de 18 años, desaparecida el 21 de septiembre del 2016 en San Nicolás, y hallado su cuerpo el 30 del mismo mes en un descampado cercano al cementerio parque.
Fabián Andino fue encontrado culpable como autor material del femicidio, por lo que su expectativa es de reclusión perpetua. En tanto, su hijo Jonathan fue identificado como encubridor. El martes, en audiencia de cesura, se determinarán los detalles de su situación procesal. Al momento, el padre transita la prisión en unidad penal, mientras que el joven está en detención domiciliaria.
Comunicaciones
Fueron de gran importancia los peritajes en teléfonos celulares y tarjetas SIM. De uno de los móviles se pudo obtener datos, perteneciente a Andino padre. El perito explicó que “los mensajes de texto habían sido borrados y recuperados a través del sistema”. Marcó que en los días 20 y 21 de septiembre existió un “intercambio de mensajes constantes” y “entre el 15 y 20 de septiembre más de 20 por día” con la línea de Leonela.
El día de la desaparición se contactaron hasta alrededor de las 23. “No tardes porque no me dejan salir tarde” y “Ya llegué, vení” figuraban entre los que marcaban que acordaron encontrarse. “Se nota a simple vista que hay un intercambio inmediato”, valoró el especialista. También se recuperó una foto del celular de la joven, elemento que no apareció ante la búsqueda, tomada el 24 de septiembre.
El oficial que peritó el teléfono de Jonathan Andino reveló mensajes vía Facebook (MSN) donde “le refería Leonela porqué él la estaba amenazando. Ella solicitaba verlo al padre del muchacho Andino. Quedaron explícitamente que iban a encontrarse”, señaló, ante la exposición de los textos. “Esto queda entre nosotros dos”, le dijo el joven a Leonela.
El cuerpo habló
El oficial Silvero contó: “Fuimos convocados por el centro de operaciones para la búsqueda de una femenina, por averiguación de paradero. La especialidad de los canes de policía científica es la búsqueda de restos humanos”. Sobre aquel 30, reflejó que “llegando a cierta distancia, el can ingresa a la zona de árboles y no volvía. (…) Encontramos restos de cabellera humana, luego rastros de la cabeza y más adelante el cuerpo. Cuando lo encuentro se da aviso al grupo pericial”.
La Dra. Fernández, especialista en medicina legal, recordó: “Fuimos directamente adonde estaba”. “La encontramos en posición de cúbito ventral. Estaba con vestimenta pero faltaba el cráneo. En estado avanzado de descomposición, con gusanos y moscas. La cabeza estaba en estado cadavérico”, detalló, mientras se proyectaban las imágenes.
La doctora fue especialmente didáctica en su declaración, para que el jurado pudiera comprender sobre los procedimientos de entomología forense, en lo crucial para conocer el rango de fecha de muerte, a partir de las pericias de fauna cadavérica. “Por el olor en la muerte, las moscas de la carne recorren hasta kilómetros de distancia y ponen huevos el día 1”. Detalló que “la víctima tenía lesiones en la cervical”. También que “tenía rota la ropa” con marcas de cuatro cortes penetrantes “compatibles con arma blanca”. Estaban principalmente en el lado izquierdo y del tercio inferior para abajo no encontraron heridas. Sus manos mostraron evidencias de la voracidad del ataque: en la derecha presentaba un “corte bastante profundo en la cara palmar” y en la izquierda dos cortes. “Se consideran signos de defensa”, aclaró la perito.
“No tenía ningún indicio que nos hiciera sospechas que hubo abuso sexual”, destacó la doctora, agregando que “las heridas son todas en zona de importancia vital: zona pulmonar, proximidad del corazón y región cervical, que implica el corte del paquete yugular”.
Utilizando el cuchillo homicida, a pedido de fiscalía, demostró al jurado la dirección de los cortes. Una deducción que realizó el equipo de autopsia resulta de relevancia ante el macabro hallazgo: “A raíz de la lesión cervical, la fauna cadavérica desprendió la cabeza. No sospechamos decapitación”.
La Dra. Galdeano, médica patóloga, declaró desde La Plata para explicar sobre las muestras que examinó, correspondientes a los lugares de lesiones para determinar si fueron antes o después de la muerte de Leonela. En cuanto a las ocasionadas en las manos, detalló: “pude ver que había lesiones en vida de la víctima”.
Domicilio
En la casa de Andino ubicaron el 7 de octubre en el allanamiento técnico-científico, a través del método de rastrillaje por cuadrilla, en el precario lavadero –del que se exhibieron imágenes- la cuchilla utilizada para dar muerte a Barrios. “Se podía observar que tenía fluidos”, retrató el comisario Daniele. También señaló que “había 3 o 4 gotitas” de sangre, rastros hemáticos en tela, que se levantaron con hisopo y raspado.
El oficial Matías Daniele, de la policía científica, trabajó también en la instancia de toma de muestras. Dejó una importante declaración sobre estos procedimientos criminalísticos: “cada persona toma y se lleva un poco”. Coincidieron los oficiales en que no hubo contaminación de los elementos pertinentes a la determinación del femicidio.
Más aportes
Un testigo de ocasión fue convocado en aquel momento para dar fe de los movimientos que condujeron a los análisis de autopsia. Expresó “el cuerpo estaba irreconocible. Estuve como 2 meses sin dormir”.
Observó que de las pertenencias de Leonela se extrajo una tarjeta “Mi Boleto” (tipo SUBE), reconocida en la sala. El uso de la misma, para establecer la actividad de Leonela vía transporte público en detalle, fue explicada por una empleada de la prestataria Vercelli. Pudo constatar que estaba registrada a nombre de Ángela Leonela Barrios y que luego del 21 de septiembre no marcó viajes.
