El titular del equipo nicoleño DTA Racing, que alista al Ford de Valentín Aguirre, asume la responsabilidad por la floja performance en el torneo. Pero hay esperanza: el motorista Ezequiel Giustozzi le contó al sitio SoloTC que encontraron el camino de la evolución del impulsor, el punto flojo en esta etapa.
De la redacción de EL NORTE
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Armellini no anda con vueltas a la hora de analizar el mal momento que atraviesan en el Turismo Carretera. “Echarle la culpa al motor, al auto, a la suerte o incluso a la inexperiencia de Valentín con la marca, no sería válido. Esto es un equipo en su conjunto, donde el responsable soy yo”, dijo con énfasis.
Cuando el piloto arrecifeño pidió el pase de Dodge a Ford para iniciar este nuevo proyecto con la escudería de nuestra ciudad, jamás imaginó un panorama tan complejo como el que vive en la actualidad. En sus cuatro primeras carreras con la marca abandonó tres veces (La Plata, Buenos Aires y Concepción) y en la única que vio la bandera a cuadros arribó en el 29° lugar en San Nicolás.
Con esta campaña sumó apenas 18 puntos y está 43° en el torneo entre los 48 pilotos que puntuaron en el torneo. La diferencia con el líder Agustín Canapino (Chevrolet) es de 145.5 unidades y de 67,5 con Juan Martín Trucco (Dodge), que cierra el “grupo de los 12”.
En la intimidad del equipo de Armellini tienen en claro cuáles son los factores que inciden en forma más directa en el flojo rendimiento que mostró el Ford hasta el momento. Por supuesto que la falta de confiabilidad es uno de ellos. Pero también la falta de potencia que tuvieron los motores fue una preocupación constante. El motorista “titular” de Aguirre es Ezequiel Giustozzi. Vienen trabajando en sociedad desde la época en la que corría con Dodge en el JP Carrera. Juntos lograron cuatro victorias (dos en 2019 y dos en 2020). Pero en lo que va del campeonato trabajó también con otros dos motoristas.
Valentín y su papá Gastón apostaron nuevamente por el motorista de Saladillo en este nuevo emprendimiento. Sin embargo, antes de comenzar el campeonato, Giustozzi les adelantó que, según su criterio, el multiválvulas no tenía el nivel necesario para afrontar la 1ª fecha del campeonato en La Plata. Le faltaban alrededor de 20 caballos de potencia para alcanzar el nivel ideal.
Es por eso que para las dos primeras carreras, Aguirre le alquiló un impulsor a Rody Agut, aunque la performance tampoco fue la esperada. En ese lapso, mientras Giustozzi continuaba trabajando en el motor, enviaron una segunda planta impulsora al taller de Johnny Laboritto para realizar unos trabajos. “Como creíamos que los trabajos habían quedado bien, les sugerí que para la 3ª fecha en San Nicolás el motor lo arme Johnny, mientras yo seguía puliendo la potencia del otro motor”, le contó Ezequiel a STC.
Finalmente, para la cuarta cita del año en el autódromo entrerriano, el Ford de Aguirre fue equipado con el motor titular, preparado por Giustozzi. “Para esta carrera encontramos un poco el camino, no te olvides de que soy nuevo en cuanto a motores Ford. De acá en adelante veremos si podemos llegar a la potencia deseada, nos faltan 5 o 6 caballos para tener algo muy bueno. Pero en un principio estábamos a más de 20, por eso no quería que lo use”, explicó el motorista. Pese a eso, Aguirre sumó su tercer abandono con problemas en la transmisión.
Las declaraciones de Giustozzi abren otro frente en el panorama actual de Valentín Aguirre, que luego de cuatro fechas está hundido en el fondo de la tabla del campeonato, con un promedio de 4,5 puntos por carrera. Una luz de esperanza que también vislumbra Armellini. “Tenemos a Valentín que es una promesa y a la vez una realidad en el TC. Él está muy comprometido con el proyecto, viene dos veces por semana al taller, tiene contacto estrecho con los ingenieros, convive con el auto… Somos un equipo en el verdadero sentido de la palabra y de esta vamos a salir como tal”, cerró.