El sacerdote católico Tulio Matiussi –integrante de la Diócesis de San Nicolás– y el portero Anselmo Ojeda, dos de los tres acusados en la causa de abusos infantiles del Jardín Belén, ya fueron sentenciados a 15 años de prisión efectiva por encontrarlos culpables de dichos delitos. Sin embargo, esta sentencia dictada por el Tribunal Oral y Criminal N° 2 no será la línea de llegada para la causa. Desde la defensa insisten en determinar la nulidad del juicio, presumiendo parcialidad en los jueces y reclamando por la inocencia de los juzgados. Las familias pretenden que se juzguen por falso testimonio y encubrimiento al personal docente implicado en el juicio.
Carolina Mitriani
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Como si se tratara de un Boca-River, la comunidad de San Pedro vivió (y vive) la causa que llevó a juicio oral y público al sacerdote Tulio Matiussi, al portero Anselmo Ojeda y a la preceptora María Luján Rubíes. Las familias que iniciaron las cinco denuncias que condujeron a la Justicia –por cuatro niñas y un niño, aunque los representantes del Ministerio Público Fiscal entienden que serían más las víctimas– padecen señalamientos en su comunidad, dado que una parte de la ciudad persiste en la negación de lo cometido en el año 2017.
Los integrantes del Jardín Belén fueron juzgados en el Palacio de Tribunales de San Nicolás por el delito de abuso sexual infantil; los dos masculinos fueron condenados a 15 años de prisión efectiva (por ahora, con cumplimiento en formato domiciliario) y la mujer resultó absuelta, no por considerarla inocente, sino por las insuficientes pruebas incriminatorias que pudieran dar lugar a la condena, según detalló la sentencia.
Camino de apelaciones
Pese a que el Tribunal Oral y Criminal N° 2 aseveró, con un largo y detallado veredicto, la responsabilidad de Matiussi y Ojeda ante la veracidad de los relatos de los niños y niñas víctimas, testigos y peritos, los defensores de los acusados continúan señalando su inocencia.
En todas las instancias –antes, durante y después del juicio– los abogados representantes de los tres imputados (principalmente el Dr. Juan Carlos Marchetti, defensor adjunto del sacerdote del Obispado de San Nicolás) presentaron recursos para dilatar la concreción de la sentencia, que pese a sus intentos finalmente llegó el pasado 24 de mayo, cerca de las 15 horas. En el inicio de los alegatos finales, el abogado Marchetti se excusó de ese lugar, diciendo “no somos recusadores seriales”; aunque instantes después reanudó sus reclamos contra el tribunal y medidas en ese sentido.
Con estas antelaciones conductuales, que daban la previsión de la posteridad de la sentencia, el camino de esta causa no concluirá con la resolución del juez Alejandro López y las juezas María Elena Baquedano y Belén Ocariz. El letrado Marchetti insiste de manera pública sobre el recurso de apelación ante el Tribunal de Casación de la Provincia de Buenos Aires. En ese caso, de dar lugar a este pedido de la defensa, puede declararse la nulidad del juicio. Actualmente –según declaraciones del abogado– se encuentran elaborando más herramientas (contra el veredicto y la sentencia) ante la Sala I del mencionado tribunal, compuesto por el Dr. Ricardo Ramón Maidana (presidente) y el Dr. Daniel Alfredo Carral (vicepresidente), con sede en La Plata.
Antecedente
Antes de que comenzara el mencionado juicio, que llevó seis días de debate y uno más para la presentación de la sentencia, los denunciantes habían revelado un recurso de la defensa de los -en ese momento- imputados. Un mes antes, solicitaron el sobreseimiento. Faltando poco más de una semana, las familias fueron notificadas de un pedido de recusación del Tribunal Oral y Criminal N° 2. La misma tenía como destino la Cámara de Apelación y Garantías en lo Penal, en su competencia territorial del Departamento Judicial de San Nicolás, que está compuesta por el Dr. Eduardo Alfredo Alomar (presidente), el vicepresidente Dr. Alberto Antonio Moreno y el Dr. Guillermo Rubén Martínez. Este grupo, detallaron los familiares de la causa del Jardín Belén, cuenta con la presencia determinante del Dr. Moreno, padre del defensor titular del sacerdote Tulio Matiussi.
Otra instancia que se explicitó al comienzo de las audiencias públicas, en voz del defensor adjunto del sacerdote, fue la denuncia contra el Estado argentino en la Comisión Interamericana de DD. HH., en Washington.
Durante la lectura de la sentencia se pudo conocer la dura respuesta que el juez Alejandro López refirió contra el Dr. Marchetti, tras sus acusaciones, aclarando que su trabajo tendrá hasta el último día de sus funciones un camino de plena convicción para el dictado de justicia.
Familias en pie
Por parte de los denunciantes en la causa de abusos en el Jardín Belén, Ana Froman (una de las mamás) aseguró tras la sentencia que “ellos (los defensores de los sentenciados Matiussi y Ojeda) seguro apelarán. La iglesia no se va a quedar tranquila”. Y refirió en la comunicación acerca de otra instancia que deberá resolver la Justicia, que tiene implicada la determinación en testimonios que se presentaron en favor de los acusados, principalmente en afán de no ubicar al sacerdote en la escena de los delitos sexuales: “También tenemos el tema no menor con el jardín y las maestras, que se les pidió abrir una causa por encubrimiento a todas las maestras que fueron a declarar y falso testimonio a dos de ellas, siendo una de ellas la directora”.
