La Aduana intensificó los controles a embarcaciones provenientes de Paraguay que circulan por la Hidrovía durante los que se verificaron documentación y los precintos de seguridad, según informó el organismo.
Estos operativos se dieron a conocer a pocos días de un fuerte entredicho entre el presidente electo del país Santiago Peña y el ministro de Economía de la Argentina, Sergio Massa.
Al volver de Estados Unidos tras cerrar el acuerdo con el FMI, Massa realizó una parada en Asunción durante la que se entrevistó con Peña, encuentro en el que surgió la disputa.
Desde Paraguay se dijo que, en ese diálogo, Massa se había comprometido a dejar de cobrar peaje a las embarcaciones que circulan por la Hidrovía con bandera de países del Mercosur, pero finalmente esa promesa no se cumplió y Peña criticó al jefe del Palacio de Hacienda: “No le compraría un auto usado”, lanzó.
“En respuesta a alertas de riesgo de narcotráfico, la Aduana profundizó controles sobre barcazas provenientes de Paraguay”, indicó hoy la Aduana en un comunicado de prensa.
A su vez, señaló que “para facilitar la libre navegabilidad está evaluando, la implementación del Precinto Electrónico para el Monitoreo Aduanero (PEMA), herramienta que permite un control satelital”.
La Hidrovía es el curso hídrico de mayor relevancia del Mercosur, con más de 3.400 kilómetros de navegación.
En ese marco “el organismo incrementó las inspecciones sobre los convoyes que atravesaban el Río Paraná, efectuando verificaciones documentales en los términos establecidos por el Código Aduanero y la Ley N° 24.385 (Acuerdo de Transporte Fluvial por la Hidrovía Paraguay-Paraná) y controlando tanto la seguridad de los precintos como el acceso a las respectivas cargas”.
La Aduana precisó que “para los procedimientos fueron movilizados equipos de agentes especializados de la Dirección General de Aduanas junto con canes antinarcóticos”.
“La Hidrovía es el curso hídrico de mayor relevancia del Mercosur y como tal, es una vía elegida para el contrabando de drogas a Europa valiéndose de la complejidad que presenta la realización de controles sobre barcazas cargadas de granos o mineral de hierro, y la facilidad para acondicionar cargas de estupefacientes”, agregó la Aduana.
A su vez, recordó que “el Acuerdo de Transporte Fluvial por la Hidrovía Paraguay-Paraná establece que, en el curso de la Hidrovía, las aduanas deben abstenerse de practicar inspecciones o controles a las unidades de transporte —salvo cuando entren a puerto a realizar operaciones—, limitándose a la revisión de la documentación y condiciones exteriores de la carga, como el precintado”.
“En caso de sospecha de fraude, ello de ninguna manera limita el derecho de las aduanas a realizar los controles que consideren pertinentes”, añadió.
La Aduana afirmó que “los controles implementados se realizaron aprovechando las características propias de la logística de la navegación”.
“Los convoyes de barcazas amarran en islas a la altura de la provincia de Corrientes y segmentan en cantidades menores el número de barcazas, permitiendo, de esta manera, que el personal aduanero realice sus acciones de control sin demorar el flujo comercial”,