Un ataque desde afuera con ametralladora propició un motín para iniciar la huida en el penal al sudoeste de Rosario, en plena tarde del domingo. Un hombre fue abatido. Hay un nicoleño entre los fugitivos.
Tiroteo, motín, fuga y muerte en plena tarde de domingo en la cárcel del Piñero, 30 kilómetros al sudoeste de Rosario. Ocho presos se escaparon y un hombre, que sería del grupo que llegó desde afuera, fue abatido. Se montó un amplio operativo en la zona.
Según información policial, cerca de las 17.20 se escucharon detonaciones en la zona del módulo E de la Unidad Penitenciaria Nº 11 y todo indica que fue un ataque externo al penal con una ametralladora. Encontraron un auto con varias vainas servidas. Personal de la cárcel realizó un conteo de reclusos para establecer cuántos se fugaron. Al rato se confirmaron ocho. Algunos se ven en plena fuga en videos tomados por otros reclusos desde andetro.
También se reportó al menos una persona herida y más tarde se confirmó un fallecido. Trabajaba una ambulancia en el lugar. Personal penitenciario alertó a las diferentes unidades policiales de las localidades aledañas y al Comando Radioeléctrico de Álvarez y había un amplio operativo en la región.
No obstante, en las primeras horas posteriores al resonante hecho no había personas recapturadas. Varias escaparon en vehículos que los fueron a rescatar y que se alejaron tirando miguelitos en la ruta, lo que generó algunos siniestros en la zona.
Las versiones coinciden en que se trató de un ataque externo para liberar a varios detenidos: se cree que el alambrado exterior fue cortado con una amoladora. Se habla de una figura central en la trama del ataque, un “pesado” llamado Claudio Mansilla. Los violentos llegaron en dos vehículos. Se encontró un Peugeot abandonado en el kilómetro 16 de la Ruta N°14, sobre la que está ubicada la cárcel, a 250 kilómetros de la ciudad de Rosario. Dentro del auto se encontraron vainas servidas.
También se emplearon ametralladoras. Hay al menos un muerto, producto del fuego cruzado con los vigilantes de las garitas. Su identidad no fue confirmada, pero se sospecha que es uno de los miembros del grupo comando que intentó tomar por asalto la cárcel.
Claudio Javier Mansilla, según fuentes del caso, tiene un parentesco con Alejandro Isaías Núñez, alias “Chuky Monedita”, un joven capo narco de 25 años que está preso en una celda del pabellón 4 de Piñero, donde cumple una condena unificada a 15 años y 6 meses de prisión, ya que por un lado fue sentenciado por haber matado a un joven –identificado como Cristian Machuca– el 22 de enero de 2015 en el barrio Tablada. Por otra parte, “Chuky” firmó un juicio abreviado por portación ilegal de arma de guerra, robo calificado y amenazas.
Mansilla, por su parte, tendría vínculos en el hampa con René Ungaro, otro temible capo, el matador de “Pimpi” Caminos, capo de la barra de Newell’s, asesinado en 2010.
Por lo pronto, las autoridades constataron que Mansilla, alias “Morocho”, de 38 años, fue soltado por el grupo comando: irónicamente, estaba en juicio por un doble crimen cometido en Rosario y mañana debía enfrentar una audiencia judicial. También está acusado de una violación a la ley de drogas. Tiene casi 19 años de ingresos y salidas del sistema penitenciario santafesino a sus espaldas: su primera entrada data de abril de 2002. En 2007 ya había escapado de una salida transitoria. En su actual fichaje, enfrentaba en juicio por el doble asesinato de Leonel Bubacar (18) y Kevin Neri (16), ocurrido en 2018. El fiscal había pedido 25 años de cárcel.
Los otros siete fugitivos también fueron identificados, con perfiles mixtos, ladrones, secuestradores, asesinos y extorsionadores. Son Alejandro Andrés Candia, Sergio Martin Cañete, Alejandro Antonio Schmittlin, Exequiel Rodolfo Romero, Joel Isaías Rojas, Daniel David Piscione y Martin Alejandro Cartelli. Éste último es nicoleño y pesan sobre él numerosas causas.
La fuga en sí es investigada por el fiscal Franco Carbone de la Unidad de Flagrancia. Su colega Gastón Avila lleva adelante el expediente por la muerte del delincuente que cayó en el tiroteo con los penitenciarios apostados en las garitas.