Esta temporada donde el calor aumenta, como también lo hacen los mosquitos transmisores de dengue, las rayas en el río y los alacranes en el hogar, se recomienda a la población apuntar a la prevención para evitar enfermedades o accidentes. En comunicación con Radio U, el Dr. Joaquín Guarc informó sobre las diferentes picaduras más frecuentes y cómo accionar en cada caso.
De la Redacción de EL NORTE
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Cuando la térmica en nuestro país empieza a subir, sufrimos la oleada de mosquitos que además de ser molestos, pueden contagiar con la enfermedad viral del “dengue”, que se transmite a través de un mosquito infectado. En las Américas, el vector principal responsable de la trasmisión del dengue es el Aedes aegypti. “Hay cinco serotipos en el mundo del virus del dengue, por suerte en nuestra región hay cuatro –DENV-1, DENV-2, DENV-3 y DENV-4– y el quinto se encuentra en Asia”, reveló el Dr. Joaquín Guarc en comunicación con el programa de Radio U “Primicia Nicoleña”, médico clínico que se desempeña en el Hospital Zona Norte de nuestra ciudad.
Dengue
Según indica el Boletín Epidemiológico de la provincia de Buenos Aires, se registraron en el país en lo que va del año “132.987 casos de dengue. 124.007 autóctonos, 1617 importados y 7363 en investigación”. A su vez, se confirmaron 34 casos de dengue en la provincia de Buenos Aires. Todos con antecedentes de viaje principalmente a las provincias de Chaco y Formosa.
Pero al peligro del dengue se le suma la presencia de alacranes que, si bien se encuentran durante todo el año, en esta época se registra un aumento de este arácnido. El envenenamiento puede ser grave e incluso letal, pero prevenible y tratable.
Al mismo tiempo, en los días de calor los nicoleños que acostumbran disfrutar del río suelen sufrir picaduras de rayas. Estos animales que pertenecen al grupo de peces cartilaginosos son “habitantes de fondo”, donde permanecen la mayor parte del tiempo. Tienen como principal característica una espina gruesa que, al ser contactada por la planta del pie de una persona, reacciona con un movimiento de “latigazo”, provocando un dolor intenso al clavar la espina. Situación ante la cual, al no realizar un tratamiento rápido, es posible que la lesión produzca una úlcera.
Picaduras
El Dr. Guarc dio detalles sobre los alcances de cada una de dichas dolencias, así como los tratamientos recomendados.
Las picaduras del alacrán suelen tener síntomas leves, “un gran dolor en la zona de la picadura, una úlcera, puede dar fiebre, náuseas y vómitos”, afirmó y aseguró que “en el 90% de los casos suele ser leve, tratándose de mayores de 12 años, sin ninguna enfermedad persistente y sin ser paciente de riesgo”, y recomienda dirigirse a un centro de salud. Ante la picadura se realiza la inyección de un Decadron y puede dirigirse nuevamente a su casa. “En menores de 12 años suele ser más grave la situación, puede generar una taquicardia moderada, náuseas y vómitos muy fuertes, y conllevar a una deshidratación”, marcó.
El consejo para prevenir la presencia de alacranes es la colocación de rejillas en todos los sectores de las casas. Esto debido a que residen en lugares húmedos.
Rayas
En el caso de las rayas, tienen veneno en las púas situadas en la parte posterior de la cola. Las lesiones suelen producirse cuando una persona pisa al pez. En el caso de ser picado, “es recomendable poner agua caliente en la zona de la picadura”, asesoró el Dr. Joaquín Guarc, además de mantener la zona afectada en una posición elevada. El período mínimo de curación de estos accidentes es de tres semanas y a veces se extiende hasta tres meses.
Finalmente, respecto del dengue, el entrevistado manifestó que una gran parte de la población pudo haber sido portadora de la enfermedad y nunca haberse enterado, ya que “en el 70% de los casos no va a haber presencia de síntomas”. El 30% restante se pueden dividir en dos grupos, “de cada 20 casos, 19 van a ser de dengue leve” y “dengue grave de cada 20, solo 1”, aseguró Guarc.
Afecciones
Esta enfermedad puede afectar a lactantes, niños y adultos. La infección con síntomas va desde una fiebre moderada a una fiebre alta incapacitante. Se le suma dolor de cabeza intenso, dolor detrás de los ojos, dolor muscular y en las articulaciones, y también se pueden dar sarpullidos. A su vez al evolucionar a un dengue grave, se caracteriza por la dificultad para respirar, sangrado grave y/o complicaciones peligrosas de los órganos. Esto ocurre porque “el virus ataca los glóbulos rojos”, destacó el médico clínico del Hospital Zona Norte.
En la gran mayoría de los casos, el dengue se puede tratar en el domicilio del paciente. Como no hay un tratamiento específico para el dengue, lo habitual es aliviar el dolor.
Contra el dolor se prescribe a menudo paracetamol, pero deben evitar los AINE (antiinflamatorios no esteroideos). Por ejemplo, el ibuprofeno y la aspirina, porque aumentan el riesgo de hemorragia. En casos más escasos, las personas que se encuentran en una situación grave necesitan hospitalizarse.