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miércoles, diciembre 4, 2024
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Templo masónico de San Nicolás, más de 150 años de enigmas revelados

Los más altos rangos de la entidad tomaron la palabra en una entrevista con EL NORTE para contarnos de la historia de la logia número 10, la cual tiene cientos de misterios y nombres que giran a su alrededor. El año pasado, este sitio tomó relevancia en la ciudadanía luego que se difundiera la posibilidad de que Robledo Puch saliera de la cárcel por decisión de la justicia y tuviera asilo entre los masones.

Templo masónico San Nicolás
Imágenes del templo masónico por fuera y por dentro / EL NORTE.

Valentín Cúneo
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Los masones, un grupo de personas que por años han sido objeto de comparación de historias ligadas al oscurantismo, a la hechicería y a lo misterioso. A veces, por no considerar necesaria una declaración, otras veces por una decisión conjunta de todos sus miembros, dejaron que se creara esta especie de enigma que giraba en torno a su imagen, comparada de cierta manera a los “Iluminatis”. Pese a que todo esto suena fascinante en un mundo donde abundan las creencias de lo sobrenatural, la realidad es que la Masonería es una institución esencialmente filosófica, filantrópica y progresista, que tiene sus propios principios y reglas dentro de su agrupación.

En San Nicolás, tenemos la logia masónica N°10. Construida en el año 1870, fue el epicentro de varios encuentros de personalidades destacadas de la historia argentina que repercutieron en todo lo que fue la construcción del estado-nación en el país. Además, cabe destacar que el edificio fue el primer templo masónico del país en construirse exclusivamente para esta finalidad, mientras que la logia como agrupación fue la primera del interior del país de la que se tienen registros. Por esta razón, no es un delirio entender que Viale, Mitre, Urquiza, Sarmiento, Derqui, e inclusive Miguel Olivera Córdoba (fundador de diario El Norte), eran masones: “Muchas de las decisiones que se llevaron a cabo políticamente y socialmente en la ciudad como en todo el territorio argentino, fue producto de las reuniones masónicas”, sostienen los miembros de la logia, los cuales se llaman entre pares “hermanos”.

Sin enigmas

Ariel Edgardo Vergara, actual venerable maestro de la logia local y Alejandro Miguel Giménez, exvenerable maestro del mismo sitio, charlaron con EL NORTE. Despejaron algunas dudas sobre temas puntuales. Para romper el hielo, respondieron a los trascendidos acerca de la posibilidad de que Robledo Puch, conocido como el “ángel de la muerte”, pudiera tener asilo en el templo ubicado en calle Nación 80. La versión circuló en 2023, cuando se rumoreaba que este personaje de la historia criminal argentina pudiera recaer en un asilo o en este lugar puntual de San Nicolás.

“No, para estar acá tenés que primero iniciarte en la masonería, pero para eso hay que hacer todo un proceso administrativo, que primero requiere ser votado por todos los hermanos para ver si lo aceptan como uno más. Una persona como Robledo Puch, ¿podría ser considerado de buenas acciones y costumbres? Éste es uno de los requisitos fundamentales”, explicó Vergara.

Luego tomó la palabra Alejandro Giménez. “Básicamente la masonería es un taller de ideas, es una escuela de enseñanza. Todos estos conocimientos los vamos graduando, te los damos por partes, es decir que, una vez que vos tenés los conceptos básicos vas pasando de grado. Al principio sos aprendiz, luego pasarías a ser compañero y por último maestro, los cuales todos dependen de la Gran Logia Argentina. De todas maneras, hay una autoridad, que es Vergara, que es el ´presidente´ o venerable maestro. No obstante, no es una posición de privilegio, sino que es ser el primero de todos en representar, en empujar, en tomar la iniciativa”.

“Nosotros decimos que venimos a pulir nuestra piedra, tampoco es como que vas a llegar a la perfección, la idea es que vos resuelvas esos problemas antes y que acá charles con personas con ideas contrarias a las propias. Nosotros somos cerca de 40 personas en San Nicolás, de distintos rubros y de distintas religiones. Acá se tiene un tiempo para hablar, pero por sobre todo para escuchar”, aclaró el venerable maestro.

“Si podés aprender a ser una mejor persona, encontrás tus defectos y los solucionás -destacando que no surge de un día para el otro- vas a poder contribuir más dentro de la logia y por ende en la sociedad donde nos desarrollamos. Ninguno de nosotros cobramos por ser masón. Cada uno tiene su vida, su trabajo, su familia. Por eso, al ser un hermano, la idea es buscar que cada día crezcas dentro tuyo para que expandas la mente”, manifestó Ariel Vergara.

Simbología

“Nuestro símbolo es una escuadra y un compás. El primero simboliza la rectitud que rige nuestras vidas y el segundo, los grados de conocimiento. De todas maneras, cada persona tiene su propia interpretación y con el paso del tiempo vos vas entendiendo y dándole significados distintos al emblema”, expresó el exvenerable maestro.

Por otra parte, destacó que si bien la masonería no es una religión, sus miembris creen en la existencia de GADU el “Gran Arquitecto Del Universo”. En esta línea, Alejandro Giménez expresó: “Nosotros no somos una religión, porque si bien entendemos que hay un ente divino superior a nosotros, cada uno de nuestros hermanos lo interpreta de la manera que lo sienta. Si lo quiere llamar Dios, Buda, Alá o inclusive energías o el universo, nosotros estamos de acuerdo”.

¿Una logia mixta?

“Particularmente este templo solo admite personas del sexo masculino, existe a nivel nacional la Gran Logia Femenina Argentina que trabaja en conjunto con la Gran Logia Argentina, pero desde los comienzos que exclusivamente somos hermanos hombres. Es verdad que en otros países y en oriente hay una mixtura de hermanos. En este caso, no”, señaló Giménez.

EL NORTE publicó un artículo de un historiador descendiente del coronel Somoza y León Guruciaga, que nombraba a la logia masónica de San Nicolás. En aquel entonces, el entrevistado aseguró que Guruciaga fue quien que creó la institución, además de haber llegado al más alto grado dentro de los hermanos. No obstante, esto no puede afirmarlo el venerable actual de la logia: “En nuestros registros tenemos a la persona como alguien destacado. Entendemos por algunos historiadores que fue venerable maestro de esta logia, solo que aquel registro deberíamos pedirlo a la Gran Logia Argentina. Por otra parte, es imposible que haya fundado la logia ya que tenía menos de 18 años cuando se creó esta institución en particular, entonces las fechas no coinciden. Si es cierto que contribuyó en la creación de la escuela que funcionaba en la institución”.

Un edificio no tan misterioso

Ubicado en pleno centro de la ciudad, caemos -como en el principio de la nota- en la idea que este lugar es exclusivamente para los miembros de la institución: “Aunque parezca que está siempre cerrado o parezca que nosotros estamos cerrados, es una entidad abierta al público. Abierta al público no quiere decir que es como una iglesia que pasás y ya. Apreciamos que vengan los contingentes y no hay exclusividad para nadie, solo que siempre hay que pedir autorización, la cual llega de arriba”, aclaró Vergara.

Al mismo tiempo, continuó su hermano Giménez con una frase de George Bernard Shaw para finalizar el relato: “Si yo tengo una manzana y vos tenés otra, y las intercambiamos, ambos vamos a tener, una vez más, una manzana. Pero, si vos tenés una idea y yo otra, e intercambiamos esas ideas, ambos vamos a tener dos ideas. En pocas palabras, es el ejemplo concreto que podemos dar para que alguien que no pertenece a la masonería comprenda lo que pasa dentro de este templo”.