Estaba previsto para los días 7 y 8 de agosto. Fue suspendido a pedido de la parte acusadora. La fiscalía decidió desistir de la acción y no juzgar por femicidio a Antonio Luna. El hombre está acusado de dar muerte a su pareja Johana Rojas en Villa Ramallo en 2018
De la redacción de EL NORTE
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El debate por femicidio debía desarrollarse en el Tribunal Oral en lo Criminal Nº 1 presidido en este caso por la magistrada María Belén Ocariz a través de un juicio por jurados. Su realización estaba prevista para los días 7 y 8 de agosto. Ayer miércoles la parte acusadora decidió desistir de la acción y no sostener la acusación en perjuicio de Antonio Luna por la muerte de su pareja, la oficial de Polícía Johana Rojas, ocurrida en Villa Ramallo en 2018. Tras la presentación efectuada por la fiscal María Verónica Marcantonio la jueza pasó vista al defensor oficial Pablo Prati quien seguramente no efectuará oposición ya que la decisión beneficia a su defendido.
La muerte de Johana Rojas, la joven Oficial de la Policía de 28 años, ocurrió en julio de 2018 en una vivienda de Villa Ramallo. La mujer fue hallada en su cama con un disparo de arma de fuego en su cabeza. Aunque en un principio la principal hipótesis fue que se había tratado de un suicidio, con el avance de la investigación y la recopilación de pruebas surgieron dudas y la causa tomó un giro inesperado llevando el rumbo de la pesquisa hacia su pareja, Antonio Luna, un hombre de 68 años con quien la victima convivía desde hacía mucho tiempo.
La Fiscalía trabajó entonces sobre la teoría del homicidio en base a los indicios encontrados en la escena del crimen. El cuerpo de Johana habría sido hallado sobre la cama cubierto con una manta y el arma de la que partió el disparo que terminó con su vida estaba apoyada sobre la mesa de luz, estos elementos parecían contradecir la teoría inicial de un suicidio. Además, los médicos forenses habían planteado dudas acerca del horario de la muerte por lo que podía coincidir con el tiempo en el que Johana y Antonio se encontraban juntos en el domicilio de calle Ginocchio al 1100. A 5 años del hecho y a pocos días del juicio la fiscal entendió que a pesar de las dudas no había suficiente certeza de autoría y decidió por razones de economía procesal desistir de la acción y pidió la suspensión del juicio.
Los indicios
El sangriento suceso había ocurrido en horas de la tarde del lunes 16 de julio de 2018 en la vivienda que ocupaba la pareja en calle Ginocchio al 1100 de Villa Ramallo. La mujer, de 28 años, era Oficial de Policía y prestaba servicios en la Comisaría Segunda de Villa Ramallo.
Los primeros indicios llevaron a la justicia a sostener la hipótesis del suicidio pero con el avance de la investigación la fiscalía había comenzado a sospechar que la joven podía haber sido víctima de homicidio a manos de su pareja, Antonio Luna de 68 años.
Los testimonios aportados en ese momento daban cuenta de que él era una persona muy celosa, que había protagonizado algunas escenas violentas producto de los celos y que además cuando tomaba se volvía agresivo. Entre los elementos que mencionó la fiscal Verónica Marcantonio se encontraban las declaraciones de quienes conocían a Johana donde refieren que no había ninguna situación que hiciera pensar que ella pudiera quitarse la vida.
Antonio Luna estuvo detenido un tiempo, luego recuperó la libertad aunque permanecía procesado sujeto a la causa e iba a ser juzgado por femicidio, lo que finalmente no va a ocurrir.
