La madre de la joven desaparecida en Tucumán hace 21 años aseguró que el sindicato es una de las organizaciones relacionadas con el caso. “Lo confirmo como mamá, yo no le tengo miedo ni al diablo”, dijo.
Susana Trimarco, madre de María de los Ángeles “Marita” Verón, desaparecida hace 21 años en Tucumán, aseguró este miércoles que quiere “encontrar los huesos” de su hija, dijo que el Sindicato Luz y Fuerza está involucrado en el caso, remarcó que ya no le tiene miedo “ni al diablo” y brindó detalles de la investigación que probaría que la joven está muerta.
“Yo quiero encontrar los huesos de mi hija”, aseguró Trimarco este miércoles durante una conferencia de prensa en la sede de la Fundación María de los Ángeles, en Tucumán, para esclarecer dichos sobre la investigación por la desaparición de su hija.
“Si está muerta, quiero los huesos de ella, para que tenga justicia mi hija y su familia: su hija, yo -como mamá- y su hermano. Quiero que tengamos un lugar para ponerle una flor”, agregó.
“Con Mica (Micaela, hija de Marita) lo estamos procesando, es muy triste para nosotras, muy doloroso”, añadió.
La reunión se convocó luego de que el martes trascendiera la información sobre nuevas pistas en la causa de la desaparición relacionadas con la supuesta existencia de una carpeta con fotos y documentos que demostrarían que Marita murió y que en el hecho habría vinculación de “sectores gremiales”.
Acompañada por sus abogados, José D’Antona y Carlos Garmendia, Trimarco señaló que las pruebas recolectadas hasta ahora les permiten sostener que la carpeta con las fotos “existe o ha existido” porque en total son “diez personas” que revelaron la misma información.
En este sentido recalcó que “es Luz y Fuerza y otros gremios pequeños. Son todas personas mafiosas”.
Lo que se investiga a partir de la existencia de la carpeta y el contenido de la misma es si el cuerpo de Marita habría estado en la morgue de la clínica privada llamada Luz Médica, ubicada en la calle Marcos Paz 953 de la capital tucumana.
La presidenta de la Fundación manifestó que “esto ha sido una lucha difícil y despareja, esta mafia organizada y perversa que destruye familias enteras, como destruyeron la mía, me fueron llevando de un lado para el otro, sin embargo, no vamos a parar hasta que uno por uno pague lo que hicieron con mi hija”.
“Todos los que ahora están presos por juicios anteriores y los que faltan aún forman parte de un ensamblado y está conectados entre sí”, aseguró Trimarco.
El “Clan Ale”
La madre de Marita dijo además que las personas involucradas en esta investigación “son muy amigos de la Rubén “La Chancha” Ale” y que “la pelea se arma porque “La Chancha” se quería apoderar de esos gremios (que se mencionan en la causa) y es ahí cuando aparece la carpeta. Eso me contó la persona que declaró”.
El testigo “no dio más y vino a contar lo que sabía de mi hija”, sostuvo Trimarco, y aclaró que esa persona “no hace mucho tiempo que tiene conocimiento” sobre los hechos denunciados.
La “Chancha” Ale y su hermano Ángel “El Mono” eran considerados los jefes máximos de la organización criminal conocida como el “Clan Ale” que operó en Tucumán con extorsiones, lavado de dinero proveniente del narcotráfico y la trata de personas.
El 18 de diciembre de 2017, el Tribunal Oral Federal de Tucumán condenó a 13 miembros del Clan, entre ellos a sus líderes, los hermanos Ale, quienes recibieron penas de diez años de prisión y una multa de ocho millones de pesos como autores de los delitos de “lavado de dinero proveniente de la usura, la extorsión, la explotación económica del ejercicio de la prostitución y el comercio de estupefacientes, y por asociación ilícita en carácter de jefe”.
Los hermanos Ale, a pesar de ser señalados por Trimarco como los autores del secuestro y de la desaparición de Marita, nunca fueron juzgados por esos delitos.
La “Chancha” falleció el 21 de junio pasado en el hospital Centro de Salud de la capital tucumana donde se encontraba internado ya que padecía obesidad mórbida, mal de Parkinson y complicaciones cardíacas.