La presidenta de la Sociedad Rural de Rosario así lo expresó en una entrevista otorgada a Radio U 89.9. En ese sentido, manifestó su preocupación por la falta de políticas económicas efectivas para el sector agropecuario y planteó las medidas urgentes que, según su visión, deberían implementarse para potenciar el desarrollo en el interior del país.
De la redacción de EL NORTE
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En diálogo con el programa “Vamos viendo” (Radio U 89.9), Soledad Aramendi, presidenta de la Sociedad Rural de Rosario, dejó clara su postura sobre las políticas económicas actuales y la urgente necesidad de reducir las retenciones para el sector agropecuario. “La baja de retenciones es clave para reactivar un país verdaderamente federal”, afirmó con determinación, y resaltó la importancia de avanzar hacia una economía que permita mayor inversión y desarrollo en el interior.
Para Aramendi, la eliminación gradual de los derechos de exportación es una prioridad que el Gobierno nacional debe asumir. “Necesitamos que el ajuste se traduzca en una baja real de impuestos lo antes posible”, sostuvo. En su análisis, destacó que los esfuerzos de estabilización macroeconómica no son suficientes sin medidas que también fortalezcan las microeconomías locales. “Es imprescindible equilibrar la macroeconomía, pero no podemos desatender la micro, que también requiere menos impuestos para crecer”.
Además, la dirigente subrayó la necesidad de un cambio estructural que permita a la Argentina exportar productos elaborados, en lugar de materias primas. “Deberíamos exportar productos industrializados. Eso significaría una inyección de empleo inmensa para el país”, aseguró, lamentando la falta de oportunidades de inversión debido a los altos impuestos y a la brecha cambiaria, que afectan la competitividad del sector frente a los países vecinos.
A largo plazo
Sobre las prioridades del sector, Aramendi señaló la importancia de contar con un plan a largo plazo y de una mayor unión entre los actores económicos y políticos del agro. “Hace falta una unión real, que permita presentar un proyecto viable y mostrar el peso del campo en cada pueblo y ciudad del interior”, insistió, y añadió que sin una representación sólida el sector continuará siendo desatendido.
Aramendi también destacó el papel cada vez más activo de las mujeres en las entidades agropecuarias, como una fuerza de cambio dentro de la estructura tradicional del sector. “La participación femenina en las instituciones del agro viene para quedarse”, afirmó, visibilizando el impacto de esta nueva dinámica en la toma de decisiones y en la búsqueda de soluciones.
En un país con un potencial productivo enorme, según Aramendi, el campo sigue siendo una de las principales fuentes de empleo y sustento económico en las economías regionales, pero el sector requiere políticas más inclusivas y menos centralistas. “Hoy, a los pequeños productores les resulta inviable sostenerse, y eso no debería ser así”, dijo, dejando un claro llamado al Gobierno para que escuche las demandas del campo y tome acciones concretas en pro de un desarrollo federal verdadero.
Incentivos
Aramendi enfatizó que la carga impositiva y los derechos de exportación afectan directamente la capacidad de inversión y el crecimiento del sector agropecuario, tanto en la agricultura como en la producción ganadera y lechera. Para ella, la situación actual desincentiva a los productores y reduce la competitividad frente a otros países de la región que tienen políticas más favorables hacia sus productores locales. “Nuestros vecinos cobran precios completos por sus productos, sin retenciones ni la carga de una brecha cambiaria que nos asfixia a nosotros”, remarcó. En ese sentido, puntualizó que la falta de incentivos está condenando a muchos pequeños y medianos productores al abandono de sus actividades.
Asimismo, la dirigente de la Sociedad Rural de Rosario llamó a repensar el rol de las provincias y las entidades locales en el diseño de políticas que beneficien al campo y no lo vean únicamente como una fuente de recaudación. “Hoy cada municipio, cada provincia, parece estar más interesada en recaudar que en generar crecimiento real”, denunció Aramendi.
Al respecto remarcó que un país verdaderamente federal requiere que las decisiones no se concentren en el centro del país, sino que se escuchen y valoren las propuestas que vienen del interior. “El campo necesita un gobierno que lo valore y lo respete como el motor económico que es, capaz de sostener las economías regionales y, con ellas, el tejido social en cada pueblo del país”, concluyó.