Este martes vence el plazo de cinco días hábiles que tenía el abogado defensor de las personas que tomaron viviendas de barrio San Francisco para interponer un recurso que postergue el desalojo. Las fuentes policiales consultadas por este diario estimaban ayer que el procedimiento se ejecutaría hoy o el miércoles. Los usurpadores avisaron: “vamos a resistir”.
De la redacción de EL NORTE
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Las personas que usurparon viviendas de barrio San Francisco volvieron ayer lunes a dejar sentada su postura: “vamos a resistir”, coincidieron al ser consultadas. “Si no nos dan una solución vamos a seguir acá y defender la toma”, le dijeron a EL NORTE.
La tensión llegó a niveles pico. Este martes vence el plazo de cinco días hábiles que tenía el abogado defensor de las personas que tomaron viviendas de barrio San Francisco para interponer un recurso que postergue el desalojo. Las fuentes policiales consultadas por este diario estimaban ayer que el procedimiento se ejecutaría hoy o el miércoles. Los usurpadores reclaman la presencia de alguna autoridad de Gobierno que les garantice un terreno donde edificar una casa, algo que parece poco probable puesto que sentaría un precedente para que se repitan este tipo de actos ilegales.
El abogado de las personas que usurparon casas, un tal Dr. Orsi, les comunicó a sus defendidos que ya no hay recursos para impedir el operativo de desalojo.
Algunas de las familias que inicialmente habían usurpado viviendas a medio terminar se retiraron del lugar debido a que, según comentaron otros vecinos, el frío nocturno y el hecho de dormir en el piso había enfermado a algunos niños. Pero esas viviendas que se abandonaron fueron rápidamente ocupadas por otras familias, le contó personal policial a este diario. En efecto, al lugar llegaron nuevos ocupantes procedentes de Villa Piolín y otros asentamientos.
Ayer se cumplió el decimosegundo día de la toma de viviendas, luego de que en la tarde del jueves 15 unas 18 familias se instalaran en casas que no cuentan con cerramientos, sanitarios ni conexión a los servicios de agua potable, energía eléctrica y gas, entre otras carencias. La mayoría de estas personas vivía en casas de otros familiares, en condición de hacinamiento.
Piden cámaras
Todo operativo de desalojo es una situación violenta, está claro. Lo importante será garantizar que esa violencia no llegue al plano físico, fundamentalmente porque en el lugar hay mujeres y niños.
Los usurpadores pedían ayer la presencia de los medios de comunicación para que funcionen como escudo ante un temido escenario de represión.
Lo cierto es que las fuerzas de seguridad tienen la orden judicial de desalojar las casas ocupadas, y los usurpadores la decisión de resistir el desalojo. “No nos vamos a ir sin la promesa de que nos den un lugar donde vivir. Nos quieren sacar de estas casas que están abandonadas, todas rotas. Se han robado hasta los pisos. Nosotros queremos ocuparlas y arreglarlas”, dijo uno de los vecinos de postura más inflexible.
De acuerdo a lo que se informó desde el municipio, las casas usurpadas ya tienen a sus dueños adjudicados tras el sorteo realizado en enero pasado. Los usurpadores afirman estar inscriptos en el registro para acceder a estas viviendas, lo cual no hace lugar a la toma. Las autoridades de Gobierno ya advirtieron que, más allá del avance de la causa penal por usurpación, estas personas ya no podrán participar de los sorteos de viviendas que el Municipio viene realizando a medida que se construyen nuevos desarrollos habitacionales.