Desde hace unos días, los semáforos de la ciudad funcionan de manera continua durante la noche, sin intermitencia. La medida busca mejorar la seguridad vial, aunque genera debate entre expertos y conductores. El debate refleja un dilema central en la gestión del tránsito urbano: encontrar un equilibrio entre seguridad y eficiencia.
De la redacción de EL NORTE
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En un intento por optimizar el tránsito y reforzar la seguridad vial en San Nicolás, el municipio implementó un cambio significativo en el sistema de semaforización nocturna. Hasta ahora, los semáforos pasaban a un patrón intermitente después de la medianoche, pero ahora operan de manera habitual durante las 24 horas. Esta modificación ha abierto el debate sobre sus implicancias en la seguridad y la fluidez del tránsito nocturno.
Alexis Evdemon, Analista en Seguridad Vial, expresó sus reservas respecto al cambio. “Es una cuestión de criterio, que lo puede fijar el municipio”, sostuvo y al mismo tiempo indicó: “Personalmente, prefiero que los semáforos se pongan intermitentes durante la noche y cuando hay poco tránsito, por una cuestión de seguridad”.
Evdemon destacó que detenerse en un semáforo en rojo durante horarios de baja circulación puede generar inseguridad. “Si uno llega a una esquina a las dos de la mañana y no hay nadie, no estamos como para quedarnos un minuto o un minuto y medio en el semáforo en rojo. Lo considero peligroso”, explicó. Según su perspectiva, los conductores podrían verse tentados a cruzar en rojo por impaciencia, lo que aumenta el riesgo de colisiones graves.
“El que viene en verde se confía y viene rápido. Si alguien cruza en rojo, puede terminar chocando con consecuencias muy graves. En cambio, si el semáforo está en amarillo intermitente, el conductor avanzará con mayor precaución”, agregó.
El sistema intermitente está diseñado para priorizar la seguridad en intersecciones de bajo tránsito. Funciona con dos señales principales:
Amarillo intermitente: Indica a los vehículos que circulan por la vía principal que el cruce es peligroso, debiendo reducir su velocidad a 30 km/h y avanzar con precaución, dado que tienen prioridad.
Rojo intermitente: Señal para los conductores en la vía secundaria, que deben detenerse por completo antes de cruzar, como si se tratara de un cartel de “Pare”. Solo pueden avanzar si la intersección está despejada.
Este sistema busca minimizar las detenciones innecesarias y fomentar un tránsito más fluido y seguro en horarios de baja circulación.
La decisión del municipio plantea una apuesta por reducir posibles riesgos de tránsito nocturno al mantener los semáforos operativos de manera constante. Sin embargo, algunas voces alertan sobre un posible aumento en la tensión y los riesgos para los conductores que deben detenerse en horarios poco concurridos.
El debate refleja un dilema central en la gestión del tránsito urbano: encontrar un equilibrio entre seguridad y eficiencia. Por ahora, los conductores deberán adaptarse al nuevo esquema, mientras se evalúan sus efectos en la dinámica vial de la ciudad.