SILVA HABRÍA ENTRADO “ALTERADO” Y A LOS TIROS A LA FIESTA CLANDESTINA

VARIOS ALLANAMIENTOS BUSCANDO AL SUPUESTO ASESINO

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Según información que recogió EL NORTE sobre lo ocurrido la fatídica madrugada del domingo en la fiesta de cumpleaños acontecida en calle Necochea al 1000, el presunto asesino del joven Pablo Romero habría entrado aparentemente bajo los efectos de estupefacientes a la celebración, amenazando a los presentes y a los tiros. La víctima, que vivía en el lugar, trató de calmarlo y recibió el disparo mortal en el pecho.

De la redacción de El Norte
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Lo absurdo que linda con lo peligroso, en una serie de ilícitos que solo podían finalizar con la muerte. El problema de las fiestas clandestinas no radica solamente en el peligro de contagios ante el flagelo de las variantes del covid, sino que principalmente las mismas se efectúan en lugares que no cuentan con medidas de protección ante cualquier eventual riesgo, sumándole que no hay personal de seguridad ni algún responsable que cuide a los concurrentes, siendo literalmente “tierra de nadie”. La celebración de un cumpleaños en Necochea al 1000 aproximadamente, que terminó con la vida del joven Pablo Romero, fue así, sin ningún tipo de cuidado y protección, en un ambiente colmado de alcohol y estupefacientes. Desde EL NORTE tomamos conocimiento de que en el mentado festejo había muchas personas con antecedentes penales y que abundaban las bebidas fuertes y drogas.

Según lo relatado por testigos, el ahora acusado del homicidio, “El Bata” Silva, habría llegado al lugar muy “pasado de rosca” amedrentando a los presentes y provocando desmanes. Al ser interpelado por los concurrentes, este extrajo un arma de fuego, calibre 22, de entre sus ropas y empezó a amenazar a todos.

En ese momento, y siempre según la información que se brindó a este medio, y que deberá ser corroborada por la Justicia, es que intentaron detenerlo, pero el mismo comenzó a disparar. La primera víctima de la balacera fue Jonathan Gabriel Alegre, que resultó con un disparo debajo de la rodilla derecha. Ante esa acción violenta se produjo una corrida en la casa, intercediendo ahí Pablo Romero que quiso detener a “El Bata” en su accionar, debido a que Romero vivía en el lugar donde se desencadenaron los trágicos hechos, y era cuñado de la locataria.

al intentar frenarlo, Silva le disparó a quemarropa en el pecho y huyó del lugar.

Las víctimas se presentaron en el Hospital San Felipe por sus propios medios, pero Romero, en grave estado, falleció cuando era asistido por los médicos de guardia.

El caso quedó en manos de la Comisaría Primera y la Unidad Funcional de Instrucción Nº 4. Esta última solicitó la colaboración de la DDI.

Investigación

Como ya consignó nuestro medio, personal del GTO en conjunto con el de la DDI, tras haber realizado tareas de investigación y recepción de declaraciones testimoniales, determinaron al identidad del presunto asesino “El Bata” Silva, siendo una persona que reviste una alta peligrosidad, con antecedentes penales por robos calificados. Ante esta situación se realizaron tres allanamientos de urgencia: uno en el domicilio del imputado en calle Pringles y las vías del Ferrocarril, donde las fuerzas policiales secuestraron un pantalón y zapatillas con manchas hemáticas y documentación del presunto involucrado.

También en la casa de sus progenitores, en Morteo al 600 y en Las Heras al 500, en la finca de un amigo, aunque estos dos operativos tuvieron resultado negativo.

El fiscal Leveratto de la UFI Nº 4 dispuso la detención del prófugo, por lo que fuerzas conjuntas continuaban al cierre de nuestra edición en la búsqueda del imputado por “homicidio y lesiones leves por uso de arma de fuego”.

Incendio

Además el domingo por la tarde, un llamado telefónico a Emergencias 911 alertó a personal del Comando de Patrullas sobre un incendio en Pringles al 800, propiedad del imputado por el homicidio de Pablo Romero, estimándose que fue iniciado por allegados al fallecido en reclamo de justicia. Bomberos de San Nicolás se encargaron de extinguir las llamas. Solo hubo pérdidas materiales. En la vivienda vivía Silva con su pareja y su hijo que se retiraron del domicilio días antes. Por lo que se pudo saber, la precaria casilla incendiada estaría usurpando terrenos municipales y ya dos familias se estarían disputando el lugar.