En el Puerto de Rosario, SUPA busca reincorporar a 25 personas que se despidieron recientemente. Las empresas afectadas y el Gobierno presionan para la vuelta a la actividad debido a la caída económica.
Pasó otro día de negociaciones y el conflicto gremial que frena a más de 1.000 contenedores en el Puerto de Rosario sigue sin resolverse. Ayer hubo una nueva reunión entre el Sindicato Unidos Portuarios Argentinos (SUPA) y representantes de la empresa TPR (Terminal Puerto Rosario), pero no se llegó a un acuerdo y las medidas de fuerza tomadas por los trabajadores se mantienen firmes.
El origen del conflicto comenzó hace más de un mes y fue que TPR despidió a 25 empleados. Sin embargo, 20 recuperaron su puesto de trabajo. A los otros cinco los notificaron “con justa causa”, por lo que formalmente el sindicato no pelea por su restitución, sino por que se les pague una indemnización. Por otro lado, un grupo de afiliados al SUPA exige al secretario gremial, César Aybar, que busque que todos los empleados sean reincorporados.
De hecho, uno de los ex trabajadores se encadenó en los portones de acceso al puerto para reclamar que se dé marcha atrás con su despido.
Fuera de ese incidente, quienes se mantienen cerca de las negociaciones aseguran que la disputa está llegando de a poco a su fin. “Mañana (por hoy viernes) habrá una nueva reunión. Aparentemente hay intención de las partes de llegar a un acuerdo. Además hay mucha presión de todos lados. Incluso intervino el Ministerio de Economía de la Nación”, informaron desde una de las empresas afectadas.
Grandes pérdidas
Desde la Unión Industrial Argentina (UIA) emitieron un comunicado para manifestar su postura respecto a cómo el conflicto sindical está afectando al desarrollo de la actividad productiva. Desde el organismo informaron que la entidad ha realizado gestiones ante las autoridades correspondientes para intentar que el puerto vuelta a la actividad.
“El conflicto gremial ha paralizado la carga y descarga de contenedores que se encuentran varados a la intemperie. Afectando a las industrias que necesitan de los insumos de uso difundido, productos perecederos e incluso críticos allí contenidos, especialmente de los sectores alimenticio y farmacéutico”, señalaron desde UIA.