Un sector de los obreros siderúrgicos está cuestionando el acuerdo que tras semanas de negociación cerró días atrás la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) con las patronales del sector metalúrgico. Buscan mejorar lo pactado por Antonio Caló y piden un bono de 10.000 pesos mensuales en lugar de los 6.000 pesos mensuales pactados por el gremio. Incluso se mantuvieron las asambleas en Acindar en torno a este pedido. Las mismas habían comenzado la semana anterior a la del cierre del acuerdo. La siderúrgica es la Rama 21 de la UOM y la idea de los empleados de la actividad es conseguir un incremento salarial que sea superador al que Caló firmó para la rama 17 (metalúrgicos). Es que se trata de la fracción de la actividad que está compuesta por las empresas más grandes (Ternium y Acindar, en nuestra región), algunas de las más importantes del país, y que tienen más espalda para sostenerse en medio de la crisis que generó el coronavirus. Aunque también podrían recurrir a la fórmula de un bono no remunerativo para destrabar discusiones que están más que complejas. Cabe recordar que esta semana la UOM obtuvo una “gratificación extraordinaria no remunerativa” excepcional de 30.000 pesos para el sector metalúrgico.