La Secretaría de la Defensa (Sedena) afirmó que la noche del martes dos soldados dispararon contra dos camionetas que transitaban por el lugar después de haber escuchado detonaciones y luego de que una otra camioneta tipo “pick up” pasó a alta velocidad y evadió al personal militar.
Seis migrantes murieron luego de que soldados dispararon ayer martes contra una camioneta de carga en la que viajaban 33 migrantes en el sur de Mméxico, según consignaron hoy las autoridades militares, en momentos en que el país enfrenta presiones por parte de Estados Unidos para contener la migración.
La Secretaría de la Defensa (Sedena) afirmó que la noche del martes dos soldados dispararon contra dos camionetas que transitaban por el lugar después de haber escuchado detonaciones y luego de que una otra camioneta tipo “pick up” pasó a alta velocidad y evadió al personal militar.
Tras lo sucedido, los soldados se acercaron a una de las camioneta de carga, que se había detenido, y se percataron que en el vehículo estaban 33 migrantes, de los que cuatro fallecieron en el lugar y otros dos posteriormente en un hospital de la comunidad Huixtla, en el estado Chiapas, dijo la Sedena en un comunicado.
“Los dos militares que dispararon, fueron separados de sus funciones”, informó la autoridad militar, y añadió que informó a la Fiscalía General de la República (FGR) sobre lo sucedido por estar involucrados civiles.
La Sedena añadió que 10 heridos, de los que no proporcionó detalles sobre su estado de salud, son atendidos en un hospital en Huxtla, cerca de la frontera con Guatemala, mientras que los 17 migrantes ilesos quedaron bajo custodia del Instituto Nacional de Migración (INM).
Las muertes vuelven a poner de relieve la política de México hacia los migrantes, así como el creciente papel del Ejército en la seguridad del país.
Entre los fallecidos hay una menor de edad, dijo la asociación Colectivo de Monitoreo – Frontera Sur, en un comunicado. La Sedena no mencionó las edades de las víctimas ni su origen, pero especificó que en el vehículo viajaban migrantes de nacionalidades egipcia, nepalí, cubana, hindú, pakistaní y árabe.
“Estos hechos no son ni accidentales ni aislados, son consecuencia de las políticas migratorias restrictivas que el Estado mexicano sigue implementando”, dijo el colectivo. “Son consecuencia directa de ordenar el despliegue militar para la contención de los flujos migratorios bajo una lógica de persecución y no de protección”, subrayó.
México se ha visto presionado por Estados Unidos para que reduzca el número de migrantes que llegan a su frontera común, por donde en los últimos años ha intentado cruzar un número récord de personas que huyen de la pobreza y la violencia.
Chiapas ha sido por muchos años un paso importante para el tráfico de migrantes, cada vez de más nacionalidades, donde violentos grupos delictivos se pelean las rutas para llevarlos de forma irregular a la frontera con Estados Unidos.
En el trayecto, muchas veces los migrantes son víctimas de extorsión, secuestro e incluso son asesinados.