El cuatro veces campeón mundial Sebastian Vettel anunció el jueves su retiro de la Fórmula 1 al final de la temporada y dijo que sus objetivos habían cambiado y que quería concentrarse más en la familia y los intereses fuera del deporte.
El alemán de 35 años, que conduce para el equipo Aston Martin, ganó sus títulos con Red Bull entre 2010 y 2013 y también permaneció seis temporadas con Ferrari.
Hizo el anuncio antes del Gran Premio de Hungría de este fin de semana, la carrera número 13 de la temporada y la última antes del parate de agosto.
“Por la presente anuncio mi retiro de la Fórmula Uno para el final de la temporada 2022”, dijo en una declaración en video explicando sus razones en una página de Instagram recién creada.
“Me encanta este deporte. Ha sido central en mi vida desde que tengo uso de razón. Sin embargo, así como hay vida en la pista, también hay vida fuera de ella. Ser piloto de carreras nunca ha sido mi única identidad”, dijo.
“Además de las carreras, he formado una familia y me encanta estar cerca de ellos. He desarrollado otros intereses fuera de la Fórmula Uno”, explicó.
Vettel, quien se ha vuelto cada vez más franco sobre una variedad de temas, desde el medio ambiente a los derechos LGBTQ+, dijo que la Fórmula 1 estaba cada vez más en conflicto con su vida personal.
“Mis objetivos han pasado de ganar carreras y luchar por campeonatos a ver crecer a mis hijos, transmitirles mis valores, ayudarlos cuando se caen, escucharlos cuando me necesitan, no tener que despedirse y, lo más importante, poder aprender de ellos y dejar que me inspiren”, sostuvo.
Y añadió: “Siento que vivimos en tiempos muy decisivos y la manera en que todos demos forma a estos próximos años determinará nuestras vidas. Mi pasión viene con ciertos aspectos que he aprendido a no querer”.
Vettel había dicho en mayo que el cambio climático lo hizo cuestionar su trabajo como piloto de carreras.
Cuando se le preguntó en ese momento si su posición sobre el medio ambiente y el calentamiento global lo convertía en un hipócrita, considerando que era parte de un deporte “devorador de gasolina” en un equipo patrocinado por el gigante petrolero saudita Aramco, admitió que sí.
“Hay preguntas que me hago todos los días y no soy un santo”, dijo entonces.