El río baja por tercer mes consecutivo, situación que complica la logística de transporte por la Hidrovía Paraná-Paraguay. Según la Cámara de Actividades Portuarias y Marítimas (Capym), este es el cuarto año consecutivo en el que se registran precipitaciones menores a las normales a lo largo de toda la cuenca. Ahora con una temporada de lluvias que se empieza a despedir, el panorama es poco alentador.
En 2020, la fuerte sequía atravesada en Argentina, Paraguay y Brasil –principalmente– afectó sobremanera el nivel del río y consecuentemente provocó una significativa retracción del agua. Este ciclo, nuevamente seco por varios meses, también está generando complicaciones. La gran bajante del año pasado nunca consiguió recuperarse completamente. El registro de alturas hidrométricas y caudales de la cuenca del Paraná marcó ayer para San Nicolás 0,55 centímetros.
Dentro de la Argentina, el primer puerto que siempre se observa para prever lo que sucederá es el de Iguazú. Hace un mes que ronda entre los 7 y 4 metros de altura, cuando la mínima promedio es de 10 m.
Según información de embarques pactados para mayo que publica el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca (MAGyP) basada en las declaraciones juradas de venta al exterior, solo en trigo, maíz, poroto y harina de soja se esperan despachar un mínimo de 7,2 millones de toneladas durante el mes. Con ello, se tratarían de 722.000 toneladas las que deberán posponerse para embarque o bien relocalizar el despacho. La bajante del río Paraná pone una luz de alarma sobre las exportaciones argentinas, y contribuye a la suba de los precios de los principales granos en el Mercado de Chicago.
Tendencia climática desfavorable
Según la Cámara de Actividades Portuarias y Marítimas (Capym), este es el cuarto año consecutivo en el que se registran precipitaciones menores a las normales a lo largo de toda la cuenca, desde las nacientes: el Paranaíba, el Grande, y el Paraguay.
El dragado que se espera realizar esta vez en el canal de acceso al puerto de San Nicolás es de magnitud inferior al trabajo realizado el año pasado. Y obedece también a las tareas de mantenimiento que deben ejecutarse todos los años para garantizar la navegabilidad de las grandes embarcaciones.
Por su parte, el Instituto Nacional del Agua (INA) explicó que la tendencia climática “sigue siendo desfavorable”. Asimismo, la situación se vuelve muy compleja para la fauna íctica. Ahora con una temporada de lluvias que se empieza a despedir, el panorama es poco alentador.