El presidente Alberto Fernández y el ministro de Economía Martín Guzmán presentaron el proyecto de renta inesperada. Alcanza a las empresas con Ganancias mayores a $ 1000 millones.
El presidente Alberto Fernández y el ministro de Economía, Martín Guzmán, presentaron en el museo del Bicentenario el proyecto de renta inesperada ante empresarios que impone una alícuota adicional sobre Ganancias para empresas que hayan tenido una rentabilidad mayor al 10%.
“Se trata de una sobre-alícuota del 15% del impuesto a las Ganancias de las Sociedades de Capital que aplica al ejercicio fiscal 2022”, explicó el ministro de Economía Martín Guzmán. La base imponible tendrá en cuenta la ganancia en términos reales mayor al ejercicio anterior y se aplicará a las empresas con ganancias mayores a los $ 1000 millones.
La propuesta fija dos condiciones: que las compañías hayan tenido un margen de ganancia sea superior al 10% en 2022, mientras que también se aplicará a las firmas que hayan tenido un aumento del margen de ganancia del 20% o más en comparación contra 2021.
Una de las dudas sobre la propuesta estaba vinculada al destino de los fondos. El ministro de Economía señaló que irán al fondo de rentas generales y serán coparticipables, lo que también mejorará los ingresos de las provincias. De esta forma, no se asignó a un programa en particular, sino que se busca que los gobernadores presionen por esa coparticipación para que el Congreso le dé luz verde al proyecto.
“Hay una guerra de carácter económico”, advirtió Alberto Fernández, que dijo que “hay un riesgo mundial de que falten alimentos. Se retiraron dos jugadores importantes del trigo y cuando el trigo falta, más sube el precio”. Y consideró que “la indecencia que no se puede permitir es que unos pocos con todo eso medran y eso no llega al conjunto social”.
“Quedan grandes desafíos, entre ellos afianzar la recuperación del poder adquisitivo de los salarios, decidida a que tengamos una sociedad más equitativa”, argumentó Guzmán en la presentación.
El funcionario detalló la medición de 0,427 del índice de Gini en 2017, que subió a 0,442 en 2020. Y aseguró que “volvió a valores de 2017”.
Tanto Fernández como Guzmán enfatizaron que la Argentina no está exenta del impacto de la guerra y hay sectores que experimentaron aumentos muy grandes por la suba de precios internacionales por precios de alimentos y energía. Por el lado de los costos también hubo aumentos por el lado de los fertilizantes.
“Hubo un shock al aumento de la riqueza y el Estado tiene que cumplir su rol para que no haya más desigualdad. Queremos que la economía crezca, que las empresas ganen, pero que el crecimiento llegue a todos los trabajadores”, aseguró el Ministro.