Habían declarado domicilio en suelo santafesino con el objetivo de acceder a la vacuna contra el Covid en momentos en los que se había ralentizado la campaña de inmunización en provincia de Buenos Aires. Cuando se están cumpliendo tres meses de haber recibido la aplicación del primer componente, la preocupación de estas personas aumenta debido a que el turno para la dosis que completa el esquema no llega.
De la redacción de EL NORTE
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En abril pasado, EL NORTE revelaba una situación curiosa: una cantidad creciente de vecinos de San Nicolás optaban por vacunarse contra el Covid en la provincia de Santa Fe en virtud de que la campaña de inmunización en provincia de Buenos Aires se instrumentaba en forma más lenta.
Rosario y Villa Constitución eran las ciudades santafesinas elegidas por vecinos de San Nicolás que al momento de inscribirse declaraban el domicilio de un familiar o –incluso- de un amigo para cumplir con los requisitos que pide el gobierno de Santa Fe.
En pocos días, estos nicoleños eran convocados a recibir la primera dosis de las vacunas que hasta ese momento se encontraban en stock. En algunos casos la citación se producía a las 48 horas de haber completado el formulario de inscripción. Aunque la mayoría de las veces el plazo de convocatoria se fijaba en una semana. Como sea, los tiempos se acortaban notablemente en relación a la instrumentación de la campaña de vacunación en Buenos Aires.
Buena parte de los nicoleños que optaron por vacunarse en provincia de Santa Fe se aplicaron el primer componente a partir de los primeros días de abril, con lo cual se están cumpliendo los tres meses que se estima como plazo normal de diferimiento entre la primera y segunda dosis.
Ahora, la mayoría de esas personas asiste con preocupación a la demora en ser convocados para la aplicación de la segunda dosis que completa el esquema de inmunización contra el Covid. Buena parte de los nicoleños que optaron por vacunarse en provincia de Santa Fe se aplicaron el primer componente a partir de los primeros días de abril, con lo cual se están cumpliendo los tres meses que se estima como plazo normal de diferimiento entre la primera y segunda dosis.
En este punto es importante aclarar que lo oportunamente planificado por las autoridades sanitarias de la Nación en el marco de priorización de primeras dosis de vacunas contra COVID-19 y el diferimiento de segundas dosis -al menos tres meses- continúa vigente para el resto de las vacunas.
Sinopharm
La cartera de salud con la Comisión Nacional de Inmunizaciones (CONAIM) había recomendado el 26 de marzo pasado diferir la aplicación de las segundas dosis de las vacunas disponibles en el país. Se argumentó en ese momento que la decisión se debía a que había que “considerar la situación epidemiológica, la escasez y la inequidad global en la distribución de vacunas, la aparición de variantes y la evidencia científica”. Se decidió entonces diferir las segundas dosis de cualquiera de las vacunas actualmente disponibles en nuestro país Sputnik V, Covishield/ChadOx-1 y Sinopharm a un intervalo mínimo de 12 semanas desde la primera dosis. Sin embargo, luego se cambió la medida con respecto a Sinopharm.
El 25 de marzo la ministra de Salud de la Nación, Carla Vizzotti, anunciaba que la ANMAT autorizaraba el uso de emergencia de la vacuna Sinopharm en el grupo de mayores de 60 años. Así, la vacuna comenzó a utilizarse para avanzar en la inmunización de este grupo de riesgo.
Como ocurre con las otras vacunas aún no hay certezas absolutas sobre cuánto tiempo duraría la protección para prevenir las formas graves y la mortalidad que provoca la enfermedad por COVID-19. Es posible que el nivel de anticuerpos disminuya con el paso de los meses. Pero el sistema inmunitario también contiene linfocitos B y T de memoria que podrían retener información sobre el coronavirus durante años o incluso décadas. Como efecto adverso más frecuente, en menos del 10% de los casos produce dolor en el sitio de la inyección.