El millonario Ricardo Fort se hizo famoso por un estilo de vida que cautivó al público.
Ricardo Fort nació el 5 de noviembre de 1968 en una familia acomodada. Su abuelo había fundado una de las empresas de chocolates más importantes del país, pero él tenía otros sueños y tuvo que esperar a que fallezca su padre para poder cumplirlos.
Con la partida de Felipe Fort, Ricardo por fin se animó a lanzar su carrera artística, para lo que usó gran parte de su fortuna. Invirtió en su vestuario, en contratación de actores, en la creación de espectáculos teatrales, en musicales y hasta tuvo su propio programa de TV.
Pero lo que más sorprendió de su irrupción en el año 2008 fue su extravagancia. Ricardo vivía en Miami, manejaba un costoso Rolls Royce y se compraba relojes carísimos a los que solo pocos argentinos podían acceder.
La primera entrevista fue con Alejandro Fantino para Animales Sueltos, luego de que comenzara a “hacer ruido” desde Youtube con sus videos, que los jóvenes no podían parar de mirar y comentar. Pero esa no fue su primera aparición en televisión. En la década del ’90, el millonario había estado en Movete, el programa que conducía Carmen Barbieri.
De a poco fue adquiriendo fama y llegó al certamen de Marcelo Tinelli, que por ese entonces lideraba el rating. Sus frases se convirtieron en icónicas y sus seguidores lo apodaron “El Comandante”. Pero además de sus excentricidades, comenzó a llamar la atención su vida privada porque se movía con el círculo de hombres a los cuales apodaba “los gatos” y no pudo reconocer su verdadera orientación sexual. Por eso se mostró con varias mujeres famosas como Virginia Gallardo, Erika Mitdank, Claudia Ciardone y Violeta Lo Re. También llamaba la atención que había decidido ser padre de los mellizos Marta y Felipe mediante el método de vientre subrogado.
Pero junto a su fama también aparecieron graves problemas de salud. Tuvieron que pasar tres años para que la Justicia pueda determinar de qué murió Ricardo aquel 25 de noviembre de 2013.
En una primera instancia, se dijo que había sufrido una fuerte hemorragia estomacal, aunque su familia insistió en que se trató de mala praxis y pidieron investigar, ya que se encontraba internado.
Ricardo tomaba morfina por sus dolores de columna y de rodilla y pasó por varias intervenciones. En 2016, el juez de instrucción Diego Slupski determinó que no hubo mala praxis y que su muerte se produjo por “muerte súbita cardíaca”.
“Todos los médicos que estuvieron a cargo de la atención de Fort durante su última internación llevaron a cabo las prácticas debidas conforme al cuadro que presentaba y atendieron con diligencia y pericia el estado que transitaba”, indicó el juez.
Tras su muerte, no solamente se sigue hablando de él, sino que crearon una serie para contar su vida.