Mientras el Ministerio de Seguridad bonaerense convoca a civiles para conducir patrulleros, desde el interior de la fuerza aseguran que en realidad hacen faltan policías. Al igual que en el resto de la provincia, la cantidad de efectivos disminuyó considerablemente su número en los últimos años. En San Nicolás, hay unos 300 efectivos menos que en 2017.
De la redacción de EL NORTE
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La semana pasada se conoció que el Ministerio de Seguridad bonaerense lanzó una convocatoria para que junto a los 135 municipios incorporaran personal civil para conducir patrulleros. La medida se implementaría con el fin de liberar de tareas al “policía de campo”, para que pueda cumplir mejor las tareas de prevención.
Estos civiles no portarán armas, sino que solamente manejarán las unidades para liberar a los oficiales de tener que hacerlo. En realidad, la convocatoria se lanzó a fines de marzo pero se extendió en abril. La expectativa perseguida es poder formar una dotación para poner al mando de unas 1400 camionetas de patrulla en toda la provincia, para lo que podrían ser necesarios entre 6000 y 7000 choferes civiles de móviles, según explicaron fuentes del gobierno provincial.
Esto se realizaría a través de un convenio con los municipios. Todos, por supuesto, deberán aprobar el curso de conductor motorista que tendrá una carga de 300 horas a lo largo de 9 semanas, de forma presencial. En caso de superar la etapa de formación, los egresados pasarán a revistar en el subescalafón de Servicios Generales de la policía provincial. Usarán uniforme, identificación y se les proveerá chaleco antibalas, pero no usaran armas, informan desde el ministerio.
Las voces en contra advierten sobre la particularidad de que se designa a las serecretarías de seguridad de los municipios como encargadas de implementar, organizar, seleccionar e instruir a cada uno de los futuros conductores, obviando la pertinente selección y formación en la histórica Escuela de Policía Juan Vucetich y sus escuelas descentralizadas.
“Al policía, ante un enfrentamiento armado, se le sumará la responsabilidad de velar por la seguridad del conductor. Y si el efectivo es herido en servicio, ¿quién le dará el apoyo inmediato?”, se preguntó en medios periodísticos el ex ministro Cristian Ritondo.
Resistencia interna
En las fuerzas policiales en general la convocatoria no fue bienvenida, ya que aseguran que en toda la provincia de Buenos Aires ha descendido el número de efectivos de manera considerable y que, en realidad, lo que se necesita es más personal formado en las escuelas de policías. Fuentes consultadas aseguran que en san Nicolás se perdieron más de 300 puestos policiales desde 2017.
Aunque por el momento la convocatoria que se extendió en el Gran Buenos Aires no llegó a San Nicolás, las voces desde el interior de las fuerzas policiales se levantan en contra de la medida. Advierten que es necesario contar con más efectivos, que desde hace tiempo no incorporan egresados a las distintas dependencias y califican a la medida como un “manotazo de ahogado” para tranquilizar a la sociedad que reclama en el conurbano bonaerense ante la crisis por la inseguridad que se desató tras el crimen del colectivero Daniel Barrientos en Virrey del Pino en La Matanza, en un intento de robo.
Extraoficialmente, en diálogo con EL NORTE, una fuente acreditada de la fuerza manifestó: “Faltan efectivos y esto no es una problemática solo de San Nicolás. Hace 5 años que no envían ningún egresado de las escuelas de policía. Los redistribuyen todos en el Gran Buenos aires y policía rural. Pero el comando, comisarias, policías locales, DDI o Narcotráfico no recibieron ningún egresado”.
La fuente policial consultada, agregó: “Sacando el Gran Buenos Aires, para el interior provincial no nombran a nadie, eso genera que al cabo de tanto tiempo se produzca una importantísima disminución de personal. Todos los años hay efectivos que sacan carpeta psiquiátrica, carpeta médica, que piden la baja, que se jubilan y que no son reemplazados; y como resultado de esto es que hay un número superior a los 300 efectivos que están faltando respecto de la época en que egresaron los agentes de la Policía Local, y en que había mucha presencia en las calles. Esa realidad es en todo el interior de la provincia. En cuanto a la incorporación de civiles para choferes, parece una locura, algo descabellado, al no poder ingresar más policías no hay agentes en condiciones de portar armas. Tratan de suplirlo con cualquier persona, con alguien que sería un policía administrativo”.
Y concluyó: “No sé qué puede resultar de esto, se parece más a un manotazo de ahogado que a una medida seriamente estudiada. Por otro lado, sabemos que a todos los egresados de las escuelas de estos años los incorporaron a la Unidad Táctica de Operaciones, que es una fuerza de despliegue de la Bonaerense que tiene como objetivo ser una división de acción rápida. Los vistieron de otra forma y es la fuerza que utiliza el Ministro de Seguridad provincial para moverse. Están todos concentrados en el Gran Buenos Aires. Son unos 8.000 efectivos. Ahí están todas las incorporaciones que no fueron enviadas a las comisarias; son los que nos faltan”.