El inusual incidente tuvo lugar en la provincia de San Juan. La profanación se llevó a cabo el 26 de agosto, y el hombre falleció el martes pasado debido a una peritonitis.
El 26 de agosto, la localidad de Trinidad, en San Juan, se vio conmocionada al enterarse de que la estatuilla de la Virgen de la Medalla Milagrosa había sido decapitada en una plazoleta. Federico Caballero, de 37 años, fue identificado como el responsable del vandalismo, un acto que fue captado por las cámaras de seguridad. Poco después, sufrió un desmayo y fue ingresado en estado grave por un cuadro de peritonitis aguda.
Con un extenso historial delictivo, Caballero fue localizado por la policía en el Hospital Rawson, donde se le realizó una cirugía. La fiscal Daniela Pringles ordenó su detención el 3 de septiembre, manteniéndolo bajo custodia policial mientras se evaluaba su salud. A pesar de los esfuerzos médicos, el hombre falleció el pasado martes, después de casi un mes de complicaciones.
El vandalismo contra la figura religiosa y la muerte de Caballero han tenido un profundo impacto en la comunidad, que ha reaccionado de manera inquietante ante estos sucesos. Aunque estaba previsto que enfrentara cargos por daño, nunca pudo ser imputado debido a su estado crítico.