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viernes, octubre 4, 2024
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Rusia busca incrementar para el 2050 la explotación de sus enormes reservas de gas de 68 billones de metros cúbicos

Estas reservas representan más del doble de las de Irán y casi tres veces las de Qatar.

En un contexto marcado por las sanciones occidentales y el creciente interés en el gas natural como un recurso clave para la descarbonización, Rusia ha destacado sus enormes reservas de gas, que ascienden a 68 billones de metros cúbicos, según el viceprimer ministro Alexand Novak.

En un artículo publicado en la revista Energuetícheskaya Polítika, Novak afirmó que estas reservas representan más del doble de las de Irán y casi tres veces las de Qatar, consolidando a Rusia como un jugador clave en el escenario energético global.

Un potencial enorme en el sector gasífero

El anuncio de Novak subraya el gigantesco potencial energético de Rusia. Con 68 billones de metros cúbicos en reservas de gas, el país cuenta con uno de los mayores depósitos de gas natural del mundo. Novak enfatizó que el desarrollo de estas reservas requerirá una expansión considerable de la infraestructura energética, especialmente en el ámbito del gas natural licuado (GNL), para maximizar su explotación y aprovechar oportunidades en los mercados internacionales.

La importancia del gas en la descarbonización

El viceprimer ministro resaltó la importancia del gas natural en el proceso de descarbonización global. “Debido al mayor uso del gas en el sector energético por ser la variante más adecuada desde el punto de vista ambiental para la descarbonización, la demanda de este recurso podría crecer significativamente en las próximas décadas”, explicó Novak. De hecho, se estima que la demanda global de gas aumentará un 39% para 2050, llegando a los 5,7 billones de metros cúbicos, en comparación con los niveles de 2023.

El gas natural, al ser una fuente de energía más limpia en comparación con el carbón y el petróleo, juega un papel crucial en la transición hacia una economía con bajas emisiones de carbono. Además, su versatilidad lo convierte en un recurso vital no solo para la generación de electricidad, sino también para la industria química, donde su papel como materia prima es cada vez más importante.

Sanciones y el Giro Hacia Asia

Las sanciones impuestas por Occidente a raíz de la guerra en Ucrania han empujado a Rusia a redirigir sus exportaciones de gas hacia mercados asiáticos, especialmente China, a través del gasoducto “Fuerza de Siberia”. Este gasoducto ha sido una de las grandes apuestas de Rusia para fortalecer su presencia en el mercado energético de Asia, una región que presenta una demanda creciente de gas natural. Novak expresó optimismo respecto al futuro, señalando que “gracias al desarrollo de la infraestructura, las exportaciones de gas por tubería podrían ascender para 2036 a 197.000 millones de metros cúbicos”.

Este giro hacia Asia no solo representa una respuesta a las restricciones impuestas por Europa, que ha limitado la compra de hidrocarburos rusos, sino también una estrategia a largo plazo para acceder a mercados más dinámicos y en crecimiento. Rusia ya ha comenzado a ampliar sus rutas de exportación hacia otros países asiáticos, aprovechando la demanda energética en economías en expansión como India, Corea del Sur y Japón.

Perspectivas futuras y nuevas inversiones

El gobierno ruso está implementando estímulos fiscales para fomentar nuevos proyectos de extracción de gas, una medida que ha resultado en el aumento de los suministros a China y la ampliación de la infraestructura gasífera. Para 2024, se espera que las exportaciones de gas de Rusia alcancen los 111.400 millones de metros cúbicos, y que continúen aumentando en el trienio siguiente hasta superar los 120.000 millones de metros cúbicos anuales.

Además, Rusia está trabajando para incrementar los suministros de gas a los países miembros de la Comunidad de Estados Independientes (CEI), reforzando su papel como principal proveedor de energía en la región post-soviética.

Las vastas reservas de gas de Rusia representan un activo estratégico crucial en un mundo que busca alternativas más limpias y sostenibles para satisfacer su demanda energética. A medida que el país avanza en el desarrollo de su infraestructura energética y redirige sus exportaciones hacia mercados asiáticos en expansión, queda claro que el gas natural seguirá siendo un pilar fundamental de la economía rusa. Sin embargo, el contexto geopolítico seguirá jugando un rol determinante en cómo y dónde Rusia podrá comercializar este recurso en los próximos años.

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