La iniciativa fue impulsada por la Secretaría de Género y Diversidades del club rosarino y aprobada por la Comisión Directiva, que resolvió “garantizar la inclusión de personas del colectivo travesti trans de manera progresiva.
El Club Atlético Rosario Central se convirtió este miércoles en el primer club del país y de América latina en incluir el cupo laboral travesti trans en su estatuto, además de incorporar un protocolo de prevención y actuación que contempla la rescisión de contrato en caso de que un integrante de la institución cometa un acto de violencia de género.
La medida está en sintonía con la Ley 27.636 aprobada por el Congreso Nacional en junio pasado, se informó oficialmente.
La iniciativa fue impulsada por la Secretaría de Género y Diversidades del club rosarino y aprobada por la comisión directiva que resolvió “garantizar la inclusión de personas del colectivo travesti trans de manera progresiva, de acuerdo a la disponibilidad de vacantes y recursos”.
La vocal Geraldina Platero, responsable política del Área de Violencia de Género de Central, explicó que la inclusión del cupo laboral travesti trans “es muy importante porque se trata de una población con dificultades para conseguir trabajo, que se tiene que prostituir para sobrevivir, entonces porqué una persona trans no va a poder trabajar en Central”.
En este sentido, la dirigente “auriazul” recordó que “Noviembre 4 es el cuarto proyecto del área de Género de Central: el primero, en 2018, fue la creación de la Secretaría de Género; el segundo, en 2019, fue el protocolo de prevención y actuación contra la violencia de género; el tercero, en 2020, fue la adhesión a la Ley Micaela, con talleres de sensibilización en todas las áreas del club, y este es el cuatro, con el protocolo de cláusula de rescisión de contrato por violencia de género y la incorporación del cupo laboral trans”.
“Es el primer club en Argentina, y pionero en América latina, en reconocer este derecho. La medida constituye un gran avance en un ámbito aún hostil a la diversidad sexual. El deporte es uno de los últimos ámbitos de resistencia de las prácticas excluyentes a las personas LGBT+. Con medidas como ésta, avanzamos para derrotar esa cultura, y abrir también estos espacios a todas y todos, sin ningún tipo de discriminación ni distinción”, sostuvo Esteban Paulón, Director Ejecutivo del IPP LGBT+, al celebrar la medida.
La ley 27.636, sancionada el 24 de junio y promulgada al mes siguiente, establece que todos los organismos del Estado deben ocupar en una proporción no inferior al 1 por ciento de su planta de personal a personas travestis, transexuales y transgénero.
La norma rige para los tres poderes del Estado, los organismos descentralizados o autárquicos, los entes públicos no estatales y las empresas y sociedades del Estado.
“Un club de fútbol es la cuna del patriarcado, por eso es tan importante este paso del protocolo contra la violencia de género, en el que Central es el tercer club después de Vélez y Belgrano, y en la inclusión de la población trans, en el que Central es el primero en el país y en América Latina”, agregó Geraldina Platero.
Sobre los detalles sobre el protocolo de prevención y actuación contra la violencia de género, la responsable del Área de Género detalló: “El protocolo contra la violencia de género aprobado por la comisión directiva de Central establece una cláusula de rescisión del nuevo contrato de un jugador o integrante del cuerpo técnico de fútbol masculino, o de algunos contratos de básquet, que ejerza violencia de género y se compruebe. En ese caso la rescisión del contrato es automática y sin costo para la institución”.
La vocal del club “canalla” confió que “hoy en día, a un jugador que ejerce violencia de género no lo quiere nadie, por eso es importante trabajar en la prevención para no llegar a esos casos. Es algo que les decimos a los y las integrantes de los equipos de fútbol masculino y femenino: si bien el fútbol es un terreno complejo, con eso no se jode”.