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viernes, enero 10, 2025
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ROEDORES EN LA CIUDAD: QUÉ HAY QUE SABER ANTE LA APARICIÓN DE ESTOS ANIMALES EN CASAS PARTICULARES

TRAS VARIOS CASOS DE FIEBRE HEMORRÁGICA ARGENTINA

En las últimas semanas, San Nicolás comenzó a contabilizar casos de enfermedades ligadas a la proliferación de roedores. Es el caso, por ejemplo, de la fiebre hemorrágica argentina, que si bien en la zona es endémica, presentaba un panorama más calmo. EL NORTE dialogó con Gastón Canevaro, veterinario de Zoonosis y Control de Vectores de la Municipalidad, quien explicó qué hacer ante estos casos.

Canevaro: “Al no haber límites entre lo urbano y el campo hay que mantener orden y limpieza en las casas. IARA CERASI/EL NORTE

De la Redacción de EL NORTE
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En nuestra ciudad, las últimas semanas trajeron consigo varios casos de distintas enfermedades. Una de ellas fue el crecimiento de fiebre hemorrágica argentina, provocada por roedores de la zona del campo. Si bien estamos en una parte del país donde es considerada endémica, en ese sentido, la preocupación no tardó en llegar.

Al respecto, tanto del Hospital San Felipe como así también de la secretaría de Salud Municipal, comenzaron a vacunar masivamente contra dicha enfermedad. Pero esto disparó la duda de qué hacer ante la aparición de roedores en nuestras viviendas o cómo cuidarse de tener que rondar por lugares donde predominan estas especies. 

EL NORTE dialogó con el director de Zoonosis y Control de Vectores de la Municipalidad, Gastón Canevaro, quien detalló los pasos a seguir y explicó los motivos por los cuales puede haber presencia de ratas en San Nicolás.

“Roedores hay muchas especies, pero por lo general, los que predominan en una ciudad son los denominados comensales. Es decir, ratas que están acostumbradas a vivir entre la gente y que no se van a ir nunca. Es algo que viene desde hace muchos años y no escapa a la realidad que vivimos en la ciudad”, manifestó Canevaro.



De inmediato, agregó que “están entre nosotros porque buscan tres cosas fundamentales: refugio, agua y comida. Es muy normal que en las viviendas haya lugares donde ellas pueden resguardarse y una vez que encuentran su lugar no se van. Se manejan por los alrededores y vuelven a donde saben que no pueden ser molestadas”.

“También, suelen encontrase en zonas donde se manejan alimentos, como empresas distribuidoras o lugares similares. Principalmente, están donde saben que la comida es de fácil acceso. Nos vienen siguiendo hace miles de años y son tres especies, que son las que el vecino suele ver. Nunca están alejadas del hombre, porque si no, no encontrarían cómo alimentarse”, explica Canevaro.

Ratas de campo

Por otro lado, cuenta el veterinario, hay roedores silvestres. “En provincia de Buenos Aires tenemos cerca de 18 diferentes tipos de especies silvestres. Cada una tiene su particularidad y muchas pueden ser reservorio de algunas enfermedades. Con respecto a los casos que estuvimos viendo en estos días, tenemos que entender que ya no hay límites entre lo que es un ambiente rural y el urbano”, detalló Canevaro.

“Tal como su nombre lo indica, están en los lugares de campo o técnicamente alejados del hombre, pero con el crecimiento poblacional que hubo, hoy tenemos lugares en la ciudad que antes no estaban edificados y que tranquilamente pueden haber estado viviendo allí hasta que llegó el hombre. Entonces, ese contacto humano-animal se puede dar debido a que no existe una barrera que delimite nada”, aseveró.



Sin ir más lejos, incluso en las casaquintas que son utilizadas casi siempre en las temporadas de verano y que la idea es que estén más alejadas de la ciudad, es donde pueden hallarse este tipo de roedores que transmiten enfermedades.

Prevención

Hay varias medidas de prevención a tener en cuenta por los vecinos. “Para las ratas que están dentro de los domicilios, que son considerados plagas porque incluso pueden traer enfermedades, rompen las viviendas, ensucian y hasta impresionan al verlas; es necesario mantener todos los ambientes limpios, mucho orden (no acumular cosas), no dejar alimentos disponibles y tratar de no tener fuentes de agua donde puedan obtenerla con facilidad”, afirmó Canevaro.

“Desde ya que después se puede hacer el control químico, pero éste no servirá de nada si no seguimos las premisas anteriormente mencionadas. Por más veneno que se utilice, van a volver porque son especies que habitan hace miles de años y que actúan de la misma manera”, agregó.



Ya para los vecinos que viven en las zonas rurales, “ahí tenemos que entender que si tenemos un campo o casaquinta, hay que mantener el pasto bien cortito para que no tengan dónde esconderse. También no acumular leñas o cosas cerca de las casas que les pueden servir de refugio. Lo bueno es que no se acercan a los humanos, pero es probable que en viviendas alejadas de lo urbano aparezcan”, explicó.