En las últimas horas se conoció el asesino serial firmó su consentimiento para vivir en un asilo. Puch podría llegar a la ciudad con dos mujeres como garantes.
“Algún día voy a salir y los voy a matar a todos”, dijo Carlos Eduardo Robledo Puch minutos antes de ser condenado a reclusión perpetua por tiempo indeterminado, el 27 de noviembre de 1980.
El asesino más famoso de la Argentina lleva 50 años preso y podría salir en libertad luego que firmara su consentimiento para que dos mujeres sean sus garantes y pueda vivir en un asilo de ancianos.
Puch tiene 70 años y está recluido en la cárcel de Olmos. Entre 1971 y 1972 asesinó a 11 personas por la espalda o mientras dormían. Los camaristas de San Isidro que llevan su caso se negaron año tras año a darle la libertad al considerar que seguía siendo un peligro para la sociedad.
De medio siglo preso, a Robledo ya no le quedan familiares vivos, amigos o parientes lejanos que firmen como garantes para que pueda salir.
Según confirmaron fuentes judiciales al periodista Mauro Zseta, dos mujeres que están a cargo de un asilo de ancianos, aceptaron ser garantes y tener a Robledo en el hogar. Durante las últimas horas, él dio su consentimiento.
Una de esas mujeres reside en San Nicolás y durante años ha intercambiado cartas con el criminal. Así llegaron a formar una amistad. Puch no viviría en su casa sino en un asilo de ancianos ubicado a media cuadra de su vivienda. Además, un sacerdote le brindaría contención espiritual.
Ahora, la palabra la tienen los jueces de la Sala 1 de Apelaciones de San Isidro, Oscar Roberto Quintana y Ernesto García Maañón, quienes deberán decir si se cumple el vencimiento de la pena y se otorga la libertad al preso más famoso del país.
El escrito fue presentado por Jorge Alfonso, el nuevo abogado de Robledo Puch y se espera que en las próximas horas la justicia resuelva si lo deja en libertad.