Fueron pocos los meses de respiro que tuvo la zona del Delta del Paraná. Los incendios en las islas volvieron a su actividad, presumidamente motivados por el calendario de uso de estos terrenos para el pastoreo. La sequía agrava el descontrol de las llamas y el humo comienza a afectar los cascos urbanos.
Carolina Mitriani
[email protected]
Nuevamente el fuego llegó a las islas que componen la nutrida y particular región de humedales que San Nicolás tiene en sus cercanías. Luego de intensos meses que resultaron una pesadilla para toda la población, tratando de evitar respirar el aire viciado hasta dentro de los hogares, la situación –que ya evidencia su estacionalidad intencional- vuelve a repetirse.
La rotación del viento ocasiona que por momentos la presencia del humo se traslade a las ciudades. A nivel local, al momento, fueron algunas horas las que dieron cuenta de ello, en cercanías de la costa del río Paraná, mientras que en otros puntos como Rosario y Arroyo Seco las molestias son de mayor severidad y prolongación. La dirección Sur y Sureste del viento son las que mayor compromiso generan a la población.
El abogado rosarino especializado en ambiente, Matías Bueno, detalló que fueron oscilando los focos de incendio, llegando a afectar entre 3800 y 4000 hectáreas en simultáneo en el frente de Rosario y zonas cercanas. Estos parecen comenzar con una suerte de cuadrante y luego “los focos se va mezclando”, logrando la unificación.
“La calidad del aire en Rosario y San Nicolás se encuentra dos veces y media por encima de los niveles guías aceptados por la OMS. Mientras que en la zona suroeste de Rosario se elevó a más del triple y en Arroyo Seco lo cuadruplica”, explicó, desde las tareas que lleva adelante el Observatorio Ambiental de la UNR.
Semana oscura
En la antesala del fin de semana extra largo ya comenzó a percibirse el regreso de las quemas en los humedales. El 16 de junioel Servicio Nacional del Manejo del Fuego registrabaunfoco activo en Victoria (Entre Ríos) y otro controlado en Santa Fe. El 17 ya se constataban extinguidos ambos.
Luego, el 18 de junio, ya seinformaba nuevamente la presencia de fuego –aunque contenido- en Entre Ríos, además de registros activos en Rosario y Zárate. Para ese entonces, personal de Parques Nacionales realizó tareas de apoyo con una embarcación. En la zona de Victoria operaron 2 helicópteros con helibalde y se transportó personal especializado, perteneciente al SNMF. Sus tareas lograron contener los dos puntos entrerrianos y el de Zárate. En Rosario, aunque el humo afectaba ya el casco urbano, se registraba la extinción de las llamas. El Ministerio de Ambiente de la Nación consignó que, a través de la Administración de Parques Nacionales, se efectuaron tareas de apoyo con una embarcación en Santa Fe; en Entre Ríos operaron dos helicópteros y un avión hidrante. Además, quedó a disposición un avión observador como soporte. El lunes 20 los incendios comenzaron a ser extinguidos en otros puntos del país.
Ayer
El Sistema Nacional del Fuego consignó en la jornada de martes la presencia de un punto de fuego controlado en Victoria, Entre Ríos, al tiempo que otro de ellos ya no daba su presente, tras las tareas de elementos especiales como el avión hidrante.
El 95% de los incendios forestales son producidos por intervenciones humanas. Entre las primeras causas se encuentra el uso del fuego para la preparación de áreas de pastoreo. Otros motivos que prevalecen son el abandono de tierras, las fogatas y las colillas de cigarrillos mal apagadas. Los factores climáticos, como la falta de precipitaciones, las temperaturas elevadas, el bajo porcentaje de humedad, las heladas constantes y los vientos fuertes, inciden en la propagación del fuego. En esta región tiene una fuerte incidencia la bajante histórica del río Paraná, que continúa prolongada por la sequía.