Ambas provincias, que se manifestaron en contra de la suba de retenciones de la harina y el aceite de soja dispuesta por el Gobierno nacional, como parte de las medidas de la denominada “guerra contra la inflación”, anunciaron medidas para paliar su efecto en los productores.
El gobernador cordobés, Juan Schiaretti expresó su rechazo al aumento de las retenciones para los mencionados subproductos y aseguró que “es otra metida de mano en los bolsillos de los cordobeses”, señalando que “es un impuesto a la producción que no existe en ningún lugar del mundo”.
En ese sentido, remarcó que “las retenciones nos sacan por año miles y miles de millones de pesos” y precisó que “el año pasado, el Tesoro Nacional se llevó $270.000 millones, o sea nos vienen metiendo la mano en el bolsillo desde hace más de 15 años”.
En busca de asistir a los productores provinciales, Schiaretti anunció medidas para beneficiar al sector. Por un lado, se reforzó el programa de incentivo a 470 productores de siete departamentos provinciales para que adopten Buenas Prácticas Agropecuarias y para los Consorcios Camineros de $300 millones.
Por otro, a través del ministro de Agricultura, Sergio Busso, y del presidente del Banco de Córdoba, Daniel Tillard, se puso en marcha la línea créditos del Plan Ganadería Argentina (Plan GanAr) por $3.000 millones, destinada a productores ganaderos, tamberos, cooperativas agropecuarias y frigoríficos.
Esta iniciativa implica un financiamiento de proyectos de inversión, adquisición de bienes de capital y capital de trabajo con un subsidio del 9% en tasas a cargo del Fondo Nacional de Desarrollo Productivo y del Gobierno de la Provincia.
El gobierno de Omar Perotti, por su parte, lanzó “Santa Fe Siembra Más”, una línea de financiamiento de $7.000 millones para la compra de fertilizantes. El programa permitirá que los productores compren fertilizantes con créditos exclusivos del Banco Nación, cuya tasa será bonificada por la provincia. El plazo es de 18 meses, a una tasa del 29% y el monto máximo es de $6 millones.
El objetivo propuesto es ampliar la superficie sembrada en un 10% y la producción en un 30%, contando con condiciones climáticas normales. De esta manera se busca “estimular la aplicación de fertilizantes para realizar un uso sustentable y sostenible del suelo”, confían desde el gobierno provincial.
“La suspensión de las exportaciones de harina y aceite de soja frenará el ingreso de las divisas que necesita el país. Se debe tener cuidado con incentivar a la desindustrialización. Lo que necesitamos es agregar valor, generar empleos y lograr inversiones”, sostuvo el mandatario santafesino tras conocerse la noticia desde el Ejecutivo nacional.