Este jueves, Javier Milei embistió en Davos contra la figura penal de “femicidio”, y horas después el gobierno anunció un proyecto para derogarlo. Consultada por EL NORTE, Ceres analizó: “Resulta llamativo que el mandatario, quien no para de repetir la premisa ´en defensa de la vida´, no se haga eco de los datos de la realidad que registran un femicidio cada 30 horas. En su discurso y en los proyectos que impulsa desde el Ejecutivo quedo clarísimo que no gobierna en defensa de la vida de mujeres, niños que quedan huérfanos de madre, ni de las diversidades asesinadas en crímenes de odio”.
De la Redacción de EL NORTE
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El presidente Javier Milei en el foro de Davos, en Suiza, reiteró -entre otras problemáticas- su cuestionamiento a políticas de protección de las mujeres ante la violencia de género. Esta vez, embistió contra la figura de “femicidio”, utilizado en gran parte de América Latina y varios países del mundo. Horas después, el ministro de Justicia de la Nación Mariano Cúneo Libarona reafirmó que el Gobierno buscará eliminar la figura jurídica de “femicidio” del Código Penal.
“Llegamos, incluso, al punto de normalizar que en muchos países supuestamente civilizados si uno mata a la mujer se llama femicidio, y eso conlleva una pena más grave que si uno mata a un hombre solo por el sexo de la víctima. Legalizando, de hecho, que la vida de una mujer vale más que la de un hombre”, expresó el mandatario libertario.
Según datos de la Organización de las Naciones Unidas, cada diez minutos, una mujer o niña muere a manos de su pareja u otro miembro de la familia. Más allá de que manejen o no la tipificación de femicidio, la mayoría de los países del mundo -Estados Unidos incluido- consideran un agravante el asesinato de una mujer en contexto de violencia de género.
Consultada por EL NORTE, la Abogada Especializada en Violencia de Género, Participación y Políticas Públicas Natalia Ceres advirtió: “Resulta llamativo que el Presidente, quien no para de repetir la premisa ´en defensa de la vida´, no se haga eco de los datos de la realidad que a la fecha registran un femicidio cada 30 horas. Entonces, ¿en defensa de que vidas gobierna? En su discurso y en los proyectos que impulsa desde el Ejecutivo quedo clarísimo que no es para las de las mujeres, las de los niños y niñas que quedan huérfanos de madre, ni las de las diversidades asesinadas en crímenes de odio. En contraste, en defensa de la vida de las mujeres, infancias y diversidades sí ha actuado la Justicia prohibiéndole al Gobierno la eliminación de los programas sobre violencia de género”.
“CONTRA EL ORDEN CONSTITUCIONAL”
La especialista precisó que “Milei asistió en calidad de presidente de la República Argentina al World Economic Forum en Davos y, desde el atril, no presentó propuestas ni resultados económicos de su gestión ni hizo mención a ninguno de los ejes propuestos por dicho foro mundial: responder a las crisis geopolíticas, estimular el crecimiento para mejorar los niveles de vida y gestionar una transición energética justa e inclusiva”. “Sin mostrar ningún tipo de dato ni estadística que respaldara su discurso, dedicó los 29 minutos de su disertación a arremeter violentamente contra lo que él considera es un régimen de pensamiento único: ´el wokismo´; con especial énfasis en el ataque a los derechos conquistados a través de la lucha por los trabajadores, las mujeres y diversidades -entre otros- a lo largo de los siglos XX y XXI. En este contexto, y atentando contra todo el orden constitucional argentino, es que el gobierno anuncia la presentación de un proyecto para eliminar la figura del femicidio del Código Penal”, notó.
HOMICIDIO AGRAVADO
Ceres aclaró que aunque coloquialmente se denomine de esa manera, el femicidio no está tipificado como tal sino que se trata de un homicidio agravado. Y que ese agravante es uno de entre los muchos que existen en el artículo 80 del Código Penal, y que contemplan una serie de situaciones que exceden el género de la víctima y del agresor.
En el caso del “femicidio”, artículo 80 inciso 11 se penaliza de manera diferenciada el homicidio de “una mujer cuando el hecho sea perpetrado por un hombre y mediare violencia de género”. “¿Qué significa esto? En primer lugar que no todos los homicidios cuyas víctimas sean mujeres son femicidios que se castigan de manera diferenciada y agravada. Por ejemplo, si alguien mata a una mujer en un accidente automovilístico no es femicidio. Y en segundo lugar y más importante, significa que nuestra legislación da cuenta -a partir de datos objetivos y brutales de la realidad- que hay un tipo de asesinato diferente que obedece tanto a una relación asimétrica de poder entre hombres y mujeres, como a una especial condición de vulnerabilidad. Dichos aspectos, hasta su problematización y abordaje gracias a los feminismos, fue históricamente invisibilizada y estructuralmente normalizada”, marcó.
En este contexto, el colectivo ´Ni Una Menos´ -como muchas otras organizaciones, sectores y figuras públicas- llamó a ´no normalizar la violencia del presidente´ y a continuar los reclamos ante la desigualdad y la falta de paridad de los sectores más vulnerables.
En cuanto a la negación de la brecha de género en materia laboral y salarial por parte del máximo mandatario nacional, los números oficiales de 2024 que elaboró el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) reflejan la realidad cuando exponen que “las brechas de género en la actividad económica se mantienen a lo largo de todo el curso de vida, y se profundizan en las edades centrales”, entre otras investigaciones.
EL TÉRMINO Y LA JUSTICIA ARGENTINA
El término femicidio fue acuñado por Diana Russell en la década de 1970 y se trata de un concepto teórico y político que busca visibilizar la violencia contra las mujeres. Russell era una activista y escritora feminista sudafricana que dedicó su vida a luchar contra la violencia hacia las mujeres.
La ONU adoptó el término en la resolución 68/191 en 2013. En ese texto se instó a las naciones a tomar medidas contra los asesinatos de mujeres y niñas por razones de género. Tras ello, muchos países han introducido leyes sobre el femicidio.
En Argentina, el concepto de femicidio se incorporó al Código Penal el 14 de diciembre de 2012, a través de la ley 26.791. “De este modo, aunque sin mencionarlo expresamente como sucedió en otras legislaciones, se introdujo la figura del femicidio”, se informa desde el Ministerio Público Fiscal.
Mientras que el concepto de femicidio del Registro Nacional de Femicidios de la Justicia Argentina es el que proviene de la “Declaración sobre el Femicidio”, aprobada en la IV Reunión del Comité de Expertas/os del 15 de agosto de 2008: “Femicidio es la muerte violenta de mujeres por razones de género, ya sea que tenga lugar dentro de la familia, unidad doméstica o en cualquier otra relación interpersonal; en la comunidad, por parte de cualquier persona, o que sea perpetrada o tolerada por el Estado y sus agentes, por acción u omisión”.
“Los actos femicidas están arraigados en un sistema que refuerza la discriminación y el desprecio contra las mujeres y sus vidas. A su vez, reproducen los estereotipos de la masculinidad asociada a la fortaleza física y al poder para controlar las vidas y los cuerpos de las mujeres, para, en última instancia, preservar los órdenes sociales de inferioridad y opresión”, detallan desde la Unidad Fiscal Especializada en Violencia contra las Mujeres (UFEM) que depende del Ministerio Público Fiscal de Nación.
ESTADÍSTICA CONTUNDENTE
Las mujeres y las niñas se ven desproporcionadamente afectadas por la violencia homicida en el ámbito privado, informa en diferentes estudios la ONU. Aproximadamente el 56% de todos los homicidios de mujeres son cometidos por sus parejas u otros miembros de la familia, mientras que solo el 11% de todos los homicidios de hombres se cometen en el ámbito privado. En Argentina esa proporción se mantiene e incluso es superior si se analizan los diferentes registros de femicidios de la Corte Suprema de Justicia o de la Defensoría del Pueblo de la Nación. Lo que habla de un problema cultural que al ser visibilizado bajo la forma de femicidio apela a la creación de políticas de Estado para prevenirlo.
En noviembre pasado, las Naciones Unidas publicaron un informe en el 25º aniversario del Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer en el que se destaca que una mujer muere en el mundo cada un minuto en el marco de un femicidio. Se habla de “epidemia de violencia contra las mujeres y las niñas” por lo que se “necesitan medidas urgentes” para reducir este flagelo.
América Latina y el Caribe tienen algunas de las tasas más altas de asesinatos de niñas y mujeres por odio. En respuesta, 18 de los 33 países de la región han creado una nueva legislación que clasifica el femicidio como un crimen de odio distinto.
“Todos los países de América Latina, excepto Cuba y Haití, han aprobado leyes que penalizan el femicidio/feminicidio: Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana, Uruguay y Venezuela”, expone un informe de ONU Mujeres.
Desde el Observatorio “Ahora Que Sí Nos Ven”, a partir del análisis de medios gráficos y digitales de todo el país, informaron que entre el 1 de enero y el 30 de diciembre de 2024, “hubo al menos 267 femicidios en Argentina, 1 cada 33 horas. En diciembre fueron 33 los casos, 1 cada 22 horas”.