El club náutico fue fundado el 22 de octubre de 1892 por iniciativa de un grupo de hombres activos y de sobresaliente actuación en la vida pública y cultural de San Nicolás, encabezados por el periodista y escritor Dámaso Valdés. Se reunían en la sede del Club Gimnasia y Esgrima, calle Comercio (Mitre) 283, un grupo de respetables vecinos resultando de sus deliberaciones la fundación del Club de Regatas San Nicolás.
En la primera Comisión Directiva, que debía redactar el estatuto de la entidad de acuerdo a lo establecido en el acta fundacional, figuraban: presidente, Dámaso Valdés; vicepresidente, Rafael Posadas; capitán, Jorge Tucker; subcapitán, José María Cátala; tesorero, Federico Gard; secretario, Apolinario Hurtado; vocales, Eduardo Vila, Francisco Pi y Suñer, Dr. Julio Rojas, Arturo Núñez, Dr. Rodolfo Cattaneo, Teodoro Garay, Carlos Spongia, Maximiano Vázquez y Teodoro Morris. En la época de su fundación, Regatas contaba con 67 socios.
Hoy, 131 años después, los asociados a la entidad “azulnaranja” son casi 8500. “Para mí es un orgullo muy grande poder ser presidente del club donde uno nació y pasó toda su vida. Un orgullo y un gran compromiso”, remarcó Pablo Capriotti, dirigente que comanda a la entidad.
“Hoy en día estamos más o menos en 2400 deportistas federados. El club realmente está muy bien en cuanto a su parte social y también en su parte deportiva. Después, por supuesto, estamos tratando de campear la tempestad con todas estas cuestiones económicas, que la verdad que se nos hace sentir porque uno tiene que estar viendo el número del día a día, acomodando permanentemente los valores de las cuotas societarias, que genera también un malestar en el socio, pero lamentablemente no tenemos otra alternativa porque el único ingreso genuino que tiene el club es la cuota. El 62% de los ingresos de club se van en sueldos y cargas sociales de los empleados, que hoy en día tenemos 145. Entre mantenimiento, administrativos, entrenadores y profesores, son 145 empleados, todos registrados, con sueldos al día. Eso para nosotros es un orgullo, pero a la vez es un gran compromiso”, expresó el presidente.
El año pasado el club cerró la compra de un enorme predio en Rucci y Alberdi, donde planea a futuro realizar obras que permitan desarrollar allí actividades deportivas. Todo ese desarrollo y esos sueños irán de la mano del crecimiento de la entidad y de la situación económica del país, que hoy en día dista de ser la ideal. “Para el inicio de marzo de 2024 teníamos previsto iniciar la ampliación de la cantina, que nos hace falta, pero la verdad que lo frenamos porque no nos animamos a iniciar una obra de tal magnitud en las actuales condiciones”, reconoció Capriotti.
Después de dos años durísimos de pandemia, el club ha logrado ponerse de pie y recuperar su fisonomía habitual, esa que lo hace único para toda su gente.