“Pienso que una persona que no está bien educada y no tienen conocimientos bien aceitados, está con un hándicap en contra muy grande. Nuestra función es tratar de mejorar esa diferencia”, recalcó.
Fundación Acindar, una de las instituciones emblemáticas de nuestra ciudad, celebra en este 2022 sus 60 años de vida. En ese contexto, el actual presidente Arturo Acevedo dialogó con Diario La Ciudad y brindó un repaso por la historia de la fundación y contextualizó el presente.
Rememorando los inicios de esta institución, Acevedo recordó el espíritu de su origen: “Hay que transportarse seis décadas atrás en Villa Constitución. Estaba la fábrica, había un montón de personas trabajando y se notó que hacía falta mejorar la capacidad técnica para poder operar las máquinas. Entonces miembros de mi familia decidieron formar una fundación. Para ello aportaron capital, y su objetivo fue trabajar sobre la educación especialmente. Eso fue evolucionando a lo largo de este tiempo. Los programas de los años sesenta eran muy distintos a los de hoy”.
Siguiendo esa línea, Acevedo se refirió al crecimiento que tuvo Fundación Acindar con el paso del tiempo: “El tamaño de la fundación es más o menos el mismo porque la manejan la misma cantidad de personas. Tenemos una filosofía de tener una estructura muy chica que maneja el dinero en una forma muy eficaz, y lo distribuye de la misma manera. No se gasta plata en estructura de administración, sino que realmente va a la comunidad y a los planes”, sumó.
El actual presidente marcó la fuerte impronta que existe sobre las nuevas generaciones y aseguró que la educación es “el factor que permite que una persona pueda crecer, desarrollarse y tener un futuro. Entonces concentrarnos en mejorarla y colaborar en ello, es fundamental”.
“Pienso que una persona que no está bien educada y no tienen conocimientos bien aceitados, está con un hándicap en contra muy grande. Nuestra función es tratar de mejorar esa diferencia”, recalcó.
Con respecto a las expectativas de cara al futuro, Acevedo dijo que “la fundación es un cambio continuo. Hoy en día la velocidad de la tecnología y de cambio es tal, que uno no puede tener programas tan estáticos que no se desarrollen. Si uno se queda quieto por tres años, queda obsoleto”.
Para cerrar, Acevedo dejó un mensaje a la comunidad en general, y “a los padres en particular”: “Les digo que inviertan tiempo y energía en educar a sus chicos de una forma moderna y que se adapte a la realidad del mundo y el país. Lo mejor que les pueden dejar a los chicos es una buena educación porque eso permite que tengan la oportunidad de crecer y hacer miles de cosas, que si no tiene la educación, está condenado a la mediocridad”, cerró.