El museo histórico municipal “Hércules Rabagliatti” está en el centro de la escena. En la última semana el Ejecutivo tomó la decisión de cerrar el museo al público y reubicar a todo el personal a otras oficinas municipales. Esta decisión despertó el rechazo de la oposición, que salió a cuestionar la medida.
A través de un comunicado, la UCR local repudió la decisión de quitar de sus funciones a la profesora Valeria Cejas, que se encontraba cumpliendo funciones como Coordinadora del museo, para trasladarla al área de Habilitaciones. Cejas estaba al frente del museo desde 2016 y sin explicaciones la corrieron de su cargo.
El concejal radical, Juan Filpo, se refirió a los cuestionamientos de la oposición, y sostuvo que “adjudican este cambio a una emergencia económica”. Emergencia económica donde se puede traer bandas por alto costo, pero se mueven empleados; ponemos 2 mil millones de pesos en fondos de inversión en el banco en el mes de abril, y movemos empleados… Hay cosas que no se entienden. Lo que uno pide es que sean claros y que no se haga de esta forma porque roza la persecución”.
Según relató el edil, “nos anoticiamos que el miércoles pasado a la coordinadora del museo se la iba a trasladar a Habilitaciones, con lo cual, ella solicitó retirar sus pertenencias de su lugar de trabajo, en su momento le dijeron que esto no era permitido, le cambiaron la cerradura y la dejaron afuera”, denunció.
“Lo que uno cuestiona son los tratos que se han tenido con un empleado, la no presencia de un funcionario en el área, porque nos hicimos cargo los ediles que nada tenemos que ver con esa función. Además, adjudican este cambio a una emergencia económica. Emergencia económica donde se puede traer bandas por alto costo, pero se mueven empleados; ponemos 2 mil millones de pesos en fondos de inversión en el banco en el mes de abril, y movemos empleados… Hay cosas que no se entienden. Lo que uno pide es que sean claros y que se haga de esta forma porque roza la persecución”, afirmó el concejal.
Por último, no dudo en enmarcar este hecho como una persecución por parte del gobierno, “lo que uno ve es que hay claros síntomas de eso, porque no se dio explicación, se hizo de manera intempestiva, se cambió la cerradura, se dejó afuera a un montón de empleados, espero que se revea. Reitero, está en todo su derecho, como Ejecutivo de realizar los cambios que considere necesario, pero hay formas y maneras”, concluyó.
Por su parte, desde la Secretaría de Gobierno municipal, a cargo de Marcela Isarra, se presentó un acta en el Concejo Deliberante, dando cuenta del estado en que se encuentra el edificio y las obras del lugar. En la misma detalla el estado de cada una de las salas, los problemas edilicios y de higiene que cuenta el lugar. Además de cuestionar el cuidado de las piezas exhibidas, denunciando el faltante de algunas de ellas.