A pesar de la vigencia de la ordenanza de pirotecnia cero y de los controles municipales, la Navidad en Ramallo estuvo marcada por un uso masivo de estos elementos prohibidos. Estruendos en distintas localidades generaron preocupación en las autoridades y un fuerte reclamo de organizaciones como Animales Ramallo y Padres TEA, que denunciaron graves consecuencias para animales y personas con autismo. Mientras el municipio refuerza los controles para las próximas festividades, se hace un llamado a la responsabilidad ciudadana.
Los festejos de navidad dejaron en evidencia el alto incumplimiento de la ordenanza de pirotecnia cero, que prohíbe el uso y comercialización en todo el partido de Ramallo de estos elementos. A pesar de los controles municipales y las campañas de concientización, en distintos puntos de la ciudad se escucharon estruendos, generando la preocupación de las autoridades.
La secretaria de Gobierno, Marcela Isarra, se refirió a los controles realizados y las medidas adoptadas para garantizar el cumplimiento de la normativa. “Nosotros hicimos todos los ncontroles en lugares donde se denunció que se vendía pirotecnia. Se realizó un acta, más allá de no constatar la venta en ese momento. Fue un trabajo muy importante del personal municipal”, explicó.
Sin embargo, la funcionaria reconoció que los controles no dieron su respuesta esperable, “nos encontramos con niños usando pirotecnia en la calle. Aquí es donde pedimos la responsabilidad de los adultos para evitar estas situaciones”, indicó.
En cuanto al registro de cada una de las localidades, Isarra señaló que “notamos que hubo más explosiones en Villa Ramallo que en Ramallo”.
Anticipó que continuaran los controles antes de las celebraciones de fin de año, sostuvo que “queremos que esta celebración sea una fiesta familiar. La pirotecnia daña a otras personas y a las mascotas. Vamos a continuar con los controles y pedimos a los vecinos que denuncien los puntos de venta ilegal”.
Por su parte, la ONG Animales Ramallo denunció varios casos de animales extraviados durante la noche de navidad, donde indicaron que fue consecuencia de los estruendos. Desde la organización recalcaron la necesidad de mayor conciencia social sobre los efectos negativos de la pirotecnia.
También hizo su descargo la ONG Padres TEA Ramallo, que nuclea a las familias por el autismo. La referente local, Luján Espíndola, sostuvo que “estamos sin palabras. De los únicos lugares que no tengo información todavía es de El Paraíso y de Pérez Millán, pero lamentablemente fue un caos. Fue un bombardeo generalizado. La Navidad del año pasado no se sintió tanto como esta. La verdad, un desastre”.