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sábado, enero 4, 2025
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Qué se elige y qué se juega en la provincia de Buenos Aires

ELECCIONES 2025

Este año se pondrán en juego 35 bancas del Congreso y media Legislatura. Uno de los protagonistas será Kicillof, que por primera vez muestra intenciones de participar en las decisiones de cómo el peronismo -no solo su espacio- debe afrontar las elecciones. El dilema del PRO: futuro violeta o extinción. En tanto LLA medirá su real poder en suelo bonaerense.

De la redacción de EL NORTE
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Buenos Aires pondrá en juego en 2025 mucho más que 35 bancas para el Congreso y la renovación de media Legislatura: las elecciones configurarán el escenario del último tramo de la era Axel Kicillof en la gobernación y su disputa con Cristina Fernández de Kirchner, de la supervivencia o extinción del PRO y de la potencia electoral de Javier Milei en su primera contienda en las urnas como Presidente. Todo, en el distrito que concentra casi el 40% del padrón electoral nacional.

Uno de los protagonistas será Kicillof, que por primera vez muestra intenciones de participar en las decisiones de cómo el peronismo -no solo su espacio- debe afrontar las elecciones. La explicación es clara: no tener chances de presentarse a una reelección en la provincia lo coloca naturalmente como aspirante a la Presidencia, un traje que se calzó apenas revalidó su mandato en 2023, pero que se ve amenazado por la reaparición en la escena pública de CFK, su madrina política.

El antagonismo permanente con el Gobierno nacional, producto de un recorte feroz a Buenos Aires que complicó seriamente la administración bonaerense, le sirvió a Kicillof para polarizar con Milei y pararse a jugar en la cancha de los presidenciables. Algunas señales como la narrativa protectora ante el desastre, la ayuda a otras provincias y cierta apertura política lo posicionaron en un lugar del que solo una figura podía quitarlo: Cristina.

PRO: futuro violeta o extinción

Cuando se celebren las elecciones se habrá cumplido una década de la ola amarilla que bañó de macrismo a las políticas nacional y bonaerense. Fueron un puñado de años dorados antes de la pendiente que sacó del gobierno a Mauricio Macri y a María Eugenia Vidal, aunque el partido se mantuvo erguido hasta el año pasado, cuando quedó tercero tras sufrir el éxodo masivo de sus votantes a La Libertad Avanza. Los intentos por renovarse, recuperar la identidad y el espíritu que lo llevó a ser gobierno no alcanzaron y el partido está a las puertas de su última chance. Se reconvierte o se extingue devorado por las fauces del autopercibido rey de la selva y depredador de la casta.

Diego Santilli ganó las elecciones de 2021 con algo más del 42% de los votos frente a un peronismo que iniciaba su debacle. Claro que aquello lo hizo montado a la ahora extinta alianza con la UCR y sin la potencia de un actor que empezaba a emerger y que hoy es una realidad: La Libertad Avanza. Diluido, el macrismo fue perdiendo terreno y hoy se encuentra en la necesidad de acercarse al oficialismo si no quiere desaparecer. Algunos de sus dirigentes hacen todos los esfuerzos posibles para que así sea, pero no alcanza.

La estrategia de Macri de creer que podía aportarle apellidos e institucionalidad a un gobierno que no era el suyo falló. El jefe de Diputados y presidente del PRO bonaerense, Cristian Ritondo, lo intenta desde el Congreso; Santilli hace lo propio desde lo discursivo, pero no hay caso. LLA no lo considera necesario y cada vez que puede se lo enrostra. El acuerdo entre ambas fuerzas para coordinar candidaturas según el distrito pierde fuerza y quedará en la nada si se aprueba la derogación de las primarias abiertas, simultáneas y obligatorias (PASO), resistida por los amarillos. Pintarse de violeta o desintegrarse es el dilema.

LLA medirá su potencia

El gran desafío de Milei será construir/consolidar una estructura con volumen en la provincia, un terreno donde trabaja para robustecer sus armados. La elección permitirá conocer el alcance de esa empresa. Contar con sello propio en el distrito del 38% del padrón electoral nacional lo exime de nutrirse de dirigentes ajenos, en quienes Karina Milei no confía. La estrategia es consolidar las bases locales para empujar votos en una boleta que no tendrá la cara de Milei. Difícil para un proyecto tan personalista, construido sobre la figura del libertario.

Se trata del bastión histórico del peronismo, donde Kicillof consiguió el año pasado el 45% de los votos y LLA, entonces sí con la figura del libertario en la papeleta, alcanzó el 24% y quedó en tercer lugar. Tan cierto como que Milei no necesitó ganar Buenos Aires para ser presidente es que el mandatario debe consolidar su partido en ese suelo si quiere quedarse con la gobernación en 2027 y jugar un segundo tiempo en Balcarce 50.

¿Cuál es la cantera de dirigentes de LLA en el territorio donde no gobierna ni una sola intendencia, donde los jefes territoriales del PRO, el peronismo y la UCR se pondrán al frente de la campaña? ¿Quién va a ser el candidato o candidata en el primer lugar de la tira para el Congreso, donde tal vez figure el apellido Kirchner? ¿Cuánto podrá el Presidente nacionalizar una elección provincial desdoblada?

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