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lunes, diciembre 30, 2024
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¿Qué le molesta al Presidente de Lali Espósito?

Diversas investigaciones -desde trabajos del Laboratorio de Estudios sobre Democracia y Autoritarismos de la UNSAM hasta de Naciones Unidas- coinciden en que las mujeres -mucho más, las feministas- están entre los objetos de odio privilegiados para los autodenominados “libertarios”. “El efecto buscado es claro: disciplinamiento, miedo, deshumanización”, sostienen desde espacios de género.

Lali Espósito
Durante su presentación en el Cosquín Rock, Lali Espósito respondió a las críticas y llamó a defender la cultura.

De la Redacción de EL NORTE
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Lali Espósito quedó del lado del bando de “enemigos” del Presidente, término en el que incluye a quienes lo critican o no apoyan sus políticas, cuando después del triunfo del líder de la Libertad Avanza en las PASO, la cantante expresó su preocupación en sus redes sociales. “Qué peligroso. Qué triste”, publicó entonces. Desde ese momento, la intérprete se convirtió en un blanco del odio de los seguidores libertarios y los “trolls” de redes sociales, quienes la llamaban “Lali Depósito” (también reproducido recientemente por Javier Milei) y acusaban de “vivir del Estado” por haber actuado en festivales públicos.

Días atrás, durante su presentación en Cosquín Rock, la artista respondió a las críticas y ataques virtuales. “Que si fumo/ que si vivo/ que si digo/ que si bebo/ que si vivo del Estado”, cantó Lali en la presentación de su tema “Quiénes son?”, al que le agregó la última frase para responder a los cuestionamientos que comenzaron desde que se expresó contraria a las ideas del Gobierno nacional.

En otro tramo de la noche, les habló a sus seguidores y les dijo: “Esta fiesta que somos los argentinos, esta unión que genera el arte, la música, la cultura, nadie nos la va a sacar jamás. Depende de nosotros y de ustedes, de acompañar y defender. Esta canción es para los mentirosos, los giles, las malas personas, los antipatria y todos”.

“MUJER, FEMINISTA, ARTISTA Y NO SE CALLA”

Como analizó la periodista y columnista especializada en Género Ingrid Beck: “Lali Espósito cumple con todos los requisitos para convertirse en target para Milei y su séquito de seguidores. Es mujer y feminista; es artista y no se calla. Lo que hace Milei con ella se llama discurso de odio y, se sabe, es habilitante de la violencia no sólo digital –en sí misma, brutal- sino fuera de las redes sociales. Diversos estudios –desde trabajos del Laboratorio de Estudios sobre Democracia y Autoritarismos de la UNSAM hasta de Naciones Unidas- coinciden en que las mujeres –mucho más, las feministas- están entre los objetos de odio privilegiados para los autodenominados “libertarios”. El efecto buscado es claro: disciplinamiento, miedo, deshumanización”.

La Editora de Géneros recordó que ´Milei tiene una trayectoria de misoginia comprobada: en enero, luego de su participación en el Foro de Davos, donde definió al feminismo como “una pelea ridícula y antinatural entre el hombre y la mujer”, llamó “mentirosa” a Luisa Corradini, corresponsal del diario La Nación. Antes, había usado el mismo calificativo para Silvia Mercado y también usó recursos violentos para referirse a las periodistas María O’Donnell, María Laura Santillán, Jesica Bossi, Laura Serra y Teresa Frías.

“Algunos medios influyentes titulan Milei vs. Lali. ¿Cómo comparar los ataques del Presidente de la Nación con las canciones de una mujer artista? No hay paridad en la pelea en la que, además, una de las partes implicadas sólo recibe los golpes, aunque sabe defenderse. El ataque sostenido a Lali Espósito, profundizado en la charla televisiva del miércoles y continuada el jueves con el argumento machista autojustificatorio de la violencia (“Ella empezó”) generó la conversación pública que el Presidente se había propuesto, pero también una reacción que unió a personas de puntas opuestas del arco político: desde “la traidora” –como la llamó él- Carolina Píparo y Amalia Granata hasta Vilma Ibarra y ¡la CGT! El modelo Milei, como el de Donald Trump -obsesionado con denostar a Taylor Swift- y el de Jair Bolsonaro con su avanzada conservadora y voraz contra, por ejemplo, el artista drag Pablo Vittar, sólo confirman que los feminismos y el movimiento LGBTIQ+ son sus grandes enemigos”, reflexionó.

MACHISMO, AJUSTE Y DEMOCRACIA

´Ahora que sí nos ven´ puso el foco en el análisis en la violencia institucional, al igual que el colectivo ´Actrices argentinas´. “Desde que el 13 de agosto de 2023 @lali expresó en X ´Qué peligroso. Qué triste´ ante los resultados de las elecciones PASO, el entonces candidato y ahora Presidente de la Nación no deja de ejercer sobre ella violencia institucional y política dando lugar a un acoso permanente y dejando en evidencia el machismo y la crueldad que lo caracteriza tanto a él como a todos sus mesiánicos seguidores. Queda en evidencia que Milei es un presidente totalitario, violento, antidemocrático, y anti libertad. Que nos quiere a las mujeres calladas y sumisas”, definió.

“Que no nos distraiga: en su amigable entrevista lo único que tuvo para decirle al pueblo argentino que está sufriendo su brutal ajuste es que aguante y que se esfuerce más”, concluyó. Amnistía Internacional repudió “disciplinar el debate público y el derecho a expresarse”.

“NOS PONE EN PELIGRO A TODAS LAS PERSONAS”

Desde ´Mujeres que no fueron tapa´ consideraron que todas las personas que tienen una voz, artistas, políticos, activistas, periodistas, deportistas, deberían salir a apoyar a Lali. “Porque, que desde el más alto cargo del Poder Ejecutivo, se hostigue, y persiga a una artista, nos pone en peligro a todas las personas. Hoy al presidente no le gusta lo que dice Lali, mañana no le va a gustar lo que decís vos, o yo. No es un usuario cualquiera de redes sociales, es quien representa al Estado, que es el que detenta el monopolio en el ejercicio de la fuerza y la violencia. No es un twittero más, es la máxima autoridad del Poder Ejecutivo y está agitando el odio y la violencia social entre sus seguidores y fanáticos. La persecución a artistas, y a todas las personas que tenían ideas políticas diferentes a las de quienes administraban el Estado, sucedió por última vez, en la dictadura cívico militar que vino a imponer un programa económico muy, muy parecido al actual. (…) Que tu silencio no te haga cómplice”, instaron.