Josefina Mendoza, diputada nacional, planteó en la Comisión de Mujeres y Diversidad hace una semana reglamentar la violencia machista digital y telemática, propuesta que ya había tenido media sanción de Diputados en 2019.
Es una iniciativa de la Fundación Activismo Feminista Digital -la preside Marina Benítez Demtschenko, abogada especializada en el tema y víctima de violencia digital- que modifica la ley de violencia de género para incorporar a la violencia digital y la telemática como forma de ejercerla. Lo que buscamos con este proyecto es modificar lo que conocemos como la Ley de Protección Integral de las mujeres que es la 26.485 o Ley de Violencia de Género. Lo que proponemos es incorporar a la violencia digital como un tipo de violencia y a la violencia telemática como una modalidad de ejercer violencia sobre las mujeres. Creemos que debería reconocerse a la violencia digital como un tipo de violencia contra las mujeres o hacia las mujeres. Hay sobradas experiencias que demuestran que esto es así, pero incluso cambia muchas veces la modalidad de ejercer esa violencia por medios telemáticos, argumentó la diputada.
El proyecto sobre el retiro de imágenes con contenido sexual
Esta semana la Banca de la Mujer del Senado le dio luz verde a un proyecto que obliga al retiro de imágenes o videos reales o apócrifos con contenido sexual íntimo publicados sin el consentimiento de las mujeres afectadas. La iniciativa se podría debatir después de las elecciones legislativas.
La propuesta debatida el lunes 1 de noviembre en el seno de esa comisión incorpora además la ley para erradicar la violencia contra las mujeres un articulado que abarca el concepto de violencia digital o en línea a la modalidad de utilizar la tecnología para difundir imágenes que afecten la intimidad de las mujeres.
En caso de aprobarse esta norma en la próxima sesión, la Ley 26.485 incluirá un artículo que denomina “violencia digital o en línea” a “aquella que mediante el uso de tecnologías de la información y la comunicación (TIC): plataformas de Internet, correo electrónico, mensajes de texto, redes digitales o cualquier otra modalidad digitalizada por el que se obtenga, distribuya, difunda, exhiba, reproduzca, transmita, comercialice, oferte, intercambie y/o comparta imágenes o videos, reales o apócrifos, de contenido sexual íntimo de una o varias mujeres sin su consentimiento”.
El proyecto del senado fue criticado por la presidenta de Fundación Activismo Feminista Digital. TN