La UFI Nº 12 a cargo de la fiscal Belén Baños avanza en la instrucción de una causa por abuso sexual que se encuentra prescripta por el paso del tiempo. Si las pericias psiquiátricas y psicológicas ordenadas arrojan resultado positivo, los tribunales nicoleños tendrán a cargo su primer Juicio por la Verdad.
De la redacción de EL NORTE
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El avance en la instrucción de una causa por abuso sexual en perjuicio de una víctima menor de edad, cuya acción se encuentra prescripta por el paso del tiempo, marcan un hito importantísimo para aquellas víctimas a las cuales poder relatar su padecimiento les llevó muchos años.
Esa imposibilidad de hacerlo en tiempos legales les impedía reparar el enorme daño sufrido y hacía que sus victimarios siguieran amparados por el anonimato y el silencio, dándoles incluso más posibilidades de volver a abusar. Por la especial característica que presentan los casos de abusos sexuales, especialmente durante la infancia, necesitan de una reparación moral y de que la verdad sea discutida de manera pública donde lo que se busca es una reparación a través de la condena social.
La denuncia con el pedido de un juicio por la verdad ingresó en la Fiscalía General en octubre pasado y recayó en la UFI Nº 12 a cargo de la fiscal Belén Baños, quien citó a la víctima para ratificar la denuncia y ordenó la realización de pericias psiquiátricas y psicológicas tanto para ella como para el imputado. Una vez realizadas avanzarán con la citación de testigos y si las pruebas confirman la denuncia, sería el primer caso en San Nicolás y uno de los primeros en el país donde se llegará a un juicio por la verdad que tiene las mismas características que un caso común pero sin la posibilidad de hacerse efectiva una condena.
Tras conocer el avance de la instrucción, y ante la nueva posibilidad de ser escuchadas por la Justicia, otras víctimas del mismo sujeto se animaron a hablar y sería inminente la presentación de nuevas denuncias. En los últimos días el magistrado Ricardo Prati, a cargo del Juzgado de Garantías Nº 2, admitió a la víctima como particular damnificada con el patrocinio del letrado Agustín Tanús.
Hechos denunciados
Los episodios descriptos en la presentación habrían ocurrido en el año 2005, en reiteradas oportunidades, cuando la denunciante tenía entre 12 y 13 años en una vivienda familiar de un barrio de la zona oeste, adonde la víctima había sido llevada para su resguardo porque su madre estaba en los últimos tramos de vida por una enfermedad terminal. La acusación es por los delitos de abuso sexual simple reiterado y abuso sexual con acceso carnal reiterados agravados por resultar un grave daño en la salud mental de la víctima, cometido contra una menor de 18 años aprovechando la situación de convivencia.
Al momento de la presentación de la denuncia, el abogado patrocinante Agustín Tanús manifestó a EL NORTE: “El contexto en el que se dieron los hechos fueron terribles, no podemos dejar de resaltar que mientras la madre moría esta persona del vínculo familiar abusaba de la víctima que tenía apenas entre 12 y 13 años. Este caso debe ser revisado. Es necesario que no quede sin reparación aunque el delito esté prescripto. La Justicia al menos va a tener que dar opinión sobre este tipo de casos”.
“Reconocemos la prescripción, no queremos avasallar los derechos del imputado, pero buscamos también darle más derechos a la víctima. Queremos poner el tema sobre la mesa para que la Justicia se expida y saber cómo opina San Nicolás en estos casos”, había argumentado el letrado. “Que el acusado se someta al proceso, aunque no sea condenado, pero que se someta al juicio y si es inocente, que también quede probado. Si un delito de abusos a niños no puede considerarse como de lesa humanidad, que la Justicia lo escriba en un fallo”, había manifestado Agustín Tanús.
Juicios por la Verdad
Los Juicios por la Verdad comenzaron a desarrollarse en Argentina ante la imposibilidad de perseguir penalmente a los responsables de los crímenes de lesa humanidad perpetrados durante la última dictadura cívico-militar y sirvieron de base para que procesos de este tipo sean aplicados también en casos de abusos sexuales donde la víctima generalmente logra relatar los hechos mucho tiempo después de padecidos. Conforme a la ley argentina, el delito se encuentra prescripto, pero a partir del año pasado un fallo de la Sala III de la Cámara de Casación Penal de la Provincia de Buenos Aires, habilitó la vía de un denominado “Juicio por la Verdad” para poder resolver, con todas las condiciones de un proceso oral incluidas las de defensa, una acusación de este calibre.
Más allá de que este tipo de juicios no acarrea una consecuencia penal concreta para quien es condenado, si bien lo justo es que el abusador vaya a la cárcel y pueda cumplir una pena por el daño que hizo, es importante que por lo menos se sepa la verdad, que haya una condena social y que el miedo deje de estar del lado de las víctimas. Esta condena habilita otro tipo de instancias para demandar resarcimientos por la vía civil a partir de una sentencia condenatoria.
La existencia de este tipo de juicio fue conocida a nivel masivo luego de la denuncia de Lucas Benvenuto contra el conductor televisivo Jey Mammón, por un presunto abuso sexual ocurrido cuando el denunciante era menor de edad. La repercusión de este caso puso en agenda la posibilidad de realizar Juicios por la Verdad ante casos de abusos donde el delito prescribió.
La Justicia nicoleña escuchó a la víctima, ordenó la instrucción de la causa y, de lograrse la verosimilitud en la acusación a través de las pericias psicológicas y psiquiátricas, tendrá la chance de expedirse acerca de la posibilidad de que las víctimas de delitos prescriptos tan graves como los de abuso sexual durante la infancia puedan ser escuchadas.