Miles de ahorristas de la zona y especialmente de San Pedro se encuentran en estado de alerta tras invertir sus ahorros en una criptomoneda que prometía jugosas ganancias. Descubrieron que la firma no está registrada ni cuenta con avales y temen que se trate de una estafa piramidal. Desde la Secretaría de Cibercrimen informaron que todavía no recibieron denuncias.
De la redacción de EL NORTE
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Una gran cantidad de vecinos de San Pedro y de la zona invirtieron sus ahorros en Rainbowex, una criptomoneda que les prometía un alto rendimiento en dólares. A través de una aplicación que descargaban en su celular ingresaban a una plataforma donde las personas podían comprar la moneda virtual y obtener un alto rendimiento. Es un sistema de “trading”, que consiste en comprar la criptomoneda que pagaba entre un 1% y un 2% más diarios. El hecho de que ninguna otra inversión podía ofrecer una utilidad parecida hizo que muchas personas cayeran en la trampa.
La plataforma Rainbowex, de la que participan más de 12 mil sampedrinos que ingresaron para “invertir en criptomonedas”, está bajo cuestionamiento a través de informes de profesionales por presunta estafa del tipo “piramidal”. La moneda virtual, estaba siendo promocionada por una fundación conformada por un grupo de accionistas extranjeros, pero luego se supo que la firma no está registrada y que no cuentan con aval legal.
Desde la Secretaría de Cibercrimen y Evidencia Digital, su titular Julio Pérez Carreto, consultado por EL NORTE, informó que aún no han recibido denuncias de inversores de la zona en el Departamento Judicial San Nicolás por lo que no han tomado intervención.
A pesar de las sospechas de fraude hasta el momento la fundación no había sido denunciada.
osiblemente esto se deba a que los ahorristas mantienen la esperanza de que “la cadena no se corte” y les devuelvan sus inversiones. El grupo Knight que está detrás de la operatoria aseguraba operar en el mercado de valores y tener inversores minoristas en todo el mundo. Pero, la firma en realidad no figura en los registros y no cuenta con sustento jurídico.
Operatoria
El grupo Knight Consortium con sede en San Pedro captó los ahorristas a través de promotores, que invitaban a los vecinos a invertir su dinero en la plataforma. Esas personas a su vez deben reclutar a nuevos inversores, un mecanismo clásico en las estafas piramidales bajo el esquema Ponzi. Los especialistas sospechan que detrás de la operatoria hay una simulación y que esas reinversiones del grupo en realidad no existan. Si bien todavía no hay denuncias penales, el riesgo de una pérdida de dinero es altísima.
El circuito prometía una rentabilidad en dólares y la posibilidad de que en 45 días se recuperaba la inversión inicial y después las personas que habían puesto el dinero comenzaban a acceder a las ganancias. Con cualquier billetera virtual se pasaba los pesos en USDT (la tercera criptomoneda más valiosa del mundo), la moneda podía comprarse por la plataforma.
Los líderes del grupo instalado en San Pedro administran un grupo de Telegram en el que pasan información sobre las operaciones y oportunidades de inversión. Todas las noches, una mujer asiática conocida como “La China”, da señales para que la gente pueda comprar y vender cripto. Los integrantes de la organización inclusive llegaron a presentar un show en CABA el 21 de septiembre pasado al que asistió un supuesto alto ejecutivo de Knight Consortium. Después, se comprobó que se trataba de Mauricio Lyczko, un actor polaco, quien aseguró que lo contrató una persona asiática, lo trajo al país, le dieron un guion que ensayó 24 horas antes y le pagaron 1.500 dólares.
La firma fue denunciada la semana pasada por ofrecer espectaculares ganancias del 2% diario en dólares a los inversionistas, que en general son pequeños ahorristas. No obstante, cualquier experto en finanzas advierte que esos niveles de renta son imposibles de manera legal.
El esquema es el siguiente: un “vendedor de servicios financieros” capta a dos personas y las convence de invertir 1.000 pesos en su proyecto, con la promesa de que recibirán el doble en un mes. Con 2.000 pesos en su cuenta, necesita encontrar 4 nuevos inversores para pagar los resultados prometidos a esas dos personas iniciales. Pero en realidad no hace ninguna inversión productiva, sino que a medida que se va sumando gente les va pagando a los primeros inversores con los nuevos ingresos.
Esta misma lógica se repite, siempre duplicando el número de nuevos inversores para cubrir las ganancias prometidas a las personas que fueron engañadas en el paso anterior. Es decir, el esquema comienza con 2 personas, aumenta a 4, se duplica a 8, 16, 32 y así sucesivamente.
En un momento, esa bola de nieve llega a un límite de captación de personas y el pago de la rentabilidad deja de realizarse en los plazos prometidos, hasta que finalmente se deja de pagar por completo y el vendedor financiero se lleva el pozo obtenido, sin devolución de capital a ningún afectado.
En el caso de Rainbowex, sus representantes en Argentina vendieron este sistema con el argumento de una supuesta inversión de activos en criptomonedas. La estafa alcanzaría a miles de personas, especialmente en San Pedro y la zona, Gualeguaychú y Bahía Blanca.