Las denuncias por hurtos de mercadería en supermercados registran un aumento sostenido y hay preocupación en el sector. Aunque la crisis económica aporta su granito de arena, los comerciantes consultados coinciden en asegurar que los robos no son producto de la necesidad. Los delincuentes en general eligen los de mayor valor para luego venderlos.
De la redacción de EL NORTE
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Los hurtos en supermercados lamentablemente suelen ser moneda corriente, pero en los últimos tiempos la evidencia muestra que aumentaron de manera considerable las denuncias por robo de mercaderías. Los representantes de comercios de este sector aseguran que los robos “hormiga” se duplicaron en pocos meses y que también el perjuicio económico ocasionado los lleva a denunciar más. Manifestaron que siempre hubo algún arrebato de golosinas como picardía de los chicos o jóvenes, pero que ahora el incremento se ve más en los artículos caros. “Los roban para vender, trabajan de eso”, aseguraron y en general dicen no tener cifras precisas de las pérdidas, pero reconocen que les representa un enorme perjuicio.
Las razones del crecimiento de denuncias por este delito pueden ser muchas. Distintos sectores lo atribuyen a las crisis económicas, al desempleo, la pobreza, la necesidad y el robar por “hambre”. Consultados distintos supermercadistas de la ciudad, en diálogo con EL NORTE, expresaron su preocupación y dieron detalles del flagelo por el que atraviesan.
Abel, propietario de un autoservicio ubicado en calle Rivadavia y Paraná, explicó que hace casi 35 años que se dedica al comercio de comestibles y que están alarmados por el gran aumento de hurtos de mercaderías. “Lo charlamos entre los comerciantes del sector, tratamos de protegernos, nos vamos pasando datos y decidimos denunciar más, porque si no lo hacemos, cuando los agarran por un solo hurto los tienen que soltar; tenemos que ayudar a la Justicia para que pueda actuar”. Informó Abel.
Respecto de las razones por las que supone que roban, señaló: “Entre los colegas estamos convencidos de que no roban por necesidad, de ninguna manera, roba el que es ‘ratero’, el que no labura porque no tiene incorporado el concepto del esfuerzo, del sacrificio. En todos los casos que protagonizamos, no vi ni hambre ni pobreza. El que tiene necesidad pide, estos son rateros, ladrones. No se llevan puchero. Roban asado o lomo, latas de atún y prefieren las bebidas alcohólicas, unos pocos para consumir, la mayoría para vender, viven de eso, se llevan vodka, gin, whisky, vinos caros”.
“No hay manera de pararlos, se repiten, no les importa que estén las cámaras, les vemos las caras, no vienen ocultándose… Es más, los pescamos y no tienen vergüenza; aun así vuelven”, concluyó Abel.
Mecanismo aceitado
Por su parte, el encargado del supermercado ubicado en calle Cochabamba entre Maipú y Don Bosco, consultado al respecto, explicó que trabaja en el rubro desde hace 11 años y que ha notado en el último tiempo un importante incremento en los hurtos. “Desde hace más o menos un año notamos que es mucho más frecuente encontrar personas haciendo ‘robo hormiga’. Como empresa tomamos la política de avisar a la policía ante un hecho consumado. Hacemos la denuncia correspondiente para que sepan que robar en nuestros locales no es gratuito, tenemos que protegernos”.
En cuanto a las mercaderías preferidas por los ladrones, indicó: “No roban por hambre, no es alimento lo que más se llevan, lo más buscado son las bebidas alcohólicas. Especialmente el fernet, y los artículos de perfumería, que son los más fáciles de revender porque así como está el que hurta, está el que compra lo robado, es un círculo negativo. No se hurta por necesidad. Es verdad que también hay ‘mañosos’, pero en menor proporción, en general se trata de grupos organizados. Tienen una rutina. Así como nosotros nos levantamos y cumplimos nuestras ocho horas de trabajo, estos ‘vivos’ insumen ese tiempo viendo cómo hacer para robarnos. Es un sistema bien aceitado, esta quien hurta y quien reduce en despensa y kioscos que compran estos productos calientes, como latas de atún, alcohol, artículos de perfumería. El que se lleva una golosina es por maña, pero cuando se roba sistemáticamente se trata de bandas. Buscan, por ejemplo, bebidas alcohólicas de alto costo. Para protegernos tenemos que tener estos artículos con alarmas, bajo llave o con dispositivos especiales. En general los tenemos individualizados, cuando roban una vez los ponemos en nuestra base de datos y no le permitimos entrar más a nuestros locales. Pero dejan pasar un tiempo y vuelven”.
Consultadas también las dos encargadas del autoservicio ubicado en Av. Savio y Terrasson, ambas de nombre Cintia, comentaron: “El aumento de robos es constante, se llevan cosas pequeñas, fiambres, enlatados…, pero también roban carnes. Lo más elegido son las bebidas alcohólicas, el fernet es el clásico más buscado, y los artículos de perfumería, por su precio. Los robos en cuanto a género son parejos, delinquen tanto hombres como mujeres. No hemos visto adolescentes que por ahí podemos pensar que lo hacen como travesura, en general es gente de mediana edad. También hay grupos organizados. Hace un par de meses detuvieron enfrente, en la estación de servicio, a dos mujeres que eran de una ciudad vecina, habían estado robando en varios comercios, la policía las venía siguiendo, también se llevaron mercadería de acá. Les encontraron el auto lleno de las bebidas alcohólicas que habían hurtado, tenían vodka, fernet… todo alcohol para revender”. Contaron, además, que la mayoría de los hurtos son por “avivadas”, no por necesidad.
Y en cuanto a la modalidad elegida para esconder las mercaderías y poder llevarlas sin ser vistos, describieron: “Se esconden las cosas debajo de la ropa, usan carros o bolsos con doble fondo, tienen diferentes maneras. También notamos que los encontramos hurtando y después de un tiempo vuelven, no les da vergüenza”.